Mora deslumbró en RD con un espectáculo de luces, fuego y una conexión que retumbó el Óvalo

Mora deslumbró en RD con un espectáculo de luces, fuego y una conexión que retumbó el Óvalo

La producción de ED Live entregó un concierto que no solo fue un espectáculo de música urbana, sino una demostración de magnetismo

Santo Domingo.- El Óvalo de la Feria Ganadera vibró con la intensidad del artista y productor puertorriqueño Mora, quien aterrizó en República Dominicana con su aclamado Lo mismo de la otra vez Tour; dejando claro por qué se ha convertido en uno de los grandes referentes del género urbano.

Bajo la producción de ED Live, el espectáculo combinó tecnología, energía y emoción. Desde temprano, miles de fanáticos, en su mayoría jóvenes, colmaron el recinto en una atmósfera de euforia y expectación.

A las 10:37 de la noche, el escenario se iluminó: las pantallas se abrieron como un gran telón digital para revelar a Mora entre estructuras metálicas que evocaban una prisión simbólica, metáfora de su propio universo artístico.

Con “Lo mismo de siempre”, el público rugió al unísono. Columnas de humo, ráfagas de fuego y un diseño visual impecable marcaron el tono de un show que no dio respiro. “¿Dónde está mi gente de RD? ¡Cuántos vinieron a pasarla bien cabrón!”, exclamó el artista con su característico carisma, desatando la euforia general.

Canciones como “Bandida”, “Aurora”, “Más que algo” (que interpreta junto a Omar Courtz), para quien pidió al público que lo acompañara “para que Omar lo escuchara donde estaba”, y “Droga” mantuvo la intensidad de principio a fin, acompañadas por efectos pirotécnicos y lluvias de confeti. “Bueno, yo no estaba contando con este calor aquí hoy…”, bromeó entre risas, mientras el público coreaba cada canción de su presentación.

El debut de Mora en Santo Domingo confirmó lo que se ha visto en cada parada del tour, una conexión profunda con su público joven, que encuentra en él un narrador de emociones y un símbolo de la nueva ola del urbano latino.

El clímax llegó con “Modelito” y “Tuyo”, donde la energía alcanzó su punto máximo. Los bailarines sumaron un toque de romanticismo y rebeldía, mientras Mora, respaldado por el sonido impecable de la banda de teclado y guitarra, se adueñó del escenario como un genuino director de orquesta de euforia.

Uno de los momentos más mágicos de la noche fue cuando el artista pidió a los presentes subir su mano derecha y colocarla “donde duela”, un instante que marcó el instante con su tema “Volando”, tocando la fibra emocional de todos los apostados en el lugar.

El fenómeno Mora provocó que, en Santo Domingo, durante sus dos presentaciones, la multitud coreara cada letra de sus canciones. Al ritmo de los sintetizadores, ese público encendió sus linternas, acompañando los momentos más íntimos del concierto.

Mora ha podido lograr algo inusual en muchos artistas: combinar la fiesta urbana con la emocionalidad, ofreciendo tanto euforia como cercanía, reafirmando su poder escénico y su alta sensibilidad.

Tras dos horas de show, el artista cerró con “Detrás de tu alma”, envuelto en un estallido de confeti multicolor y pirotecnia. “Gracias, RD… de corazón.”, fueron sus últimas palabras antes de despedirse entre aplausos y un sinfín de emociones.