El té elaborado con hojas de mango, tradicional en varias culturas, comienza a ganar popularidad por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Investigaciones preliminares de especialistas en fitoterapia, señalan que esta bebida natural contiene compuestos como flavonoides, taninos y mangiferina, que podrían contribuir al control de la glucosa en sangre, mejorar la circulación y reforzar el sistema inmunológico.
Además, en la medicina popular se le atribuyen efectos calmantes que ayudan a relajar el sistema nervioso y favorecer el sueño.
No obstante, los expertos advierten que el consumo debe ser moderado y nunca sustituir tratamientos médicos para enfermedades como la diabetes o la hipertensión. También recomiendan precaución en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, debido a la falta de estudios concluyentes.
En conclusión, el té de hojas de mango se perfila como una opción saludable dentro de la dieta diaria, siempre que se tome con moderación y bajo orientación médica en caso de padecer condiciones crónicas.









