La segunda temporada de El juego del calamar ha demostrado que no teme reinventarse a la vez que mantiene su esencia. En la nueva entrega de la ficción de Netflix, el protagonista Gi-hun vuelve a la sangrienta competencia con la esperanza de desmantelarlo desde dentro. Pero lo que nadie esperaba era que El Líder, el enigmático villano de la serie, también hiciera su regreso de la forma menos esperada.
El episodio 3, titulado “001”, comienza con los nuevos participantes enfrentándose a uno de los juegos más icónicos de la primera temporada, Luz Roja, Luz Verde. Lo que sigue es una votación para decidir si los jugadores quieren continuar o abandonar el torneo. La decisión final recae en el misterioso jugador 001, quien, de manera inesperada, vota a favor de seguir adelante. Sin embargo, justo sobre el final del episodio, se revela que el jugador 001 es en realidad el mismísimo Líder (Lee Byung-hun), disfrazado y listo para manipular los eventos desde dentro.
El regreso de El líder bajo una nueva identidad, Oh Young-il, plantea una dinámica interesante con Gi-hun. En la primera temporada, los encuentros entre ambos fueron tensos, pero nunca llegaron a interactuar cara a cara de manera significativa. Ahora, bajo su nueva fachada, El Líder se acerca a Gi-hun como un aparente aliado, buscando ganarse su confianza mientras oculta su verdadera identidad. Sin embargo, Gi-hun no tiene ni idea de que está compartiendo equipo con el hombre que ha estado buscando desde el final de la primera temporada.
La decisión de El Líder de unirse al torneo como un participante más puede parecer extraña, pero tiene un propósito claro: quebrar la voluntad de Gi-hun (Lee Jung-jae). Mientras que este cree firmemente que puede derribar los juegos desde adentro, el Líder busca demostrarle que no tiene poder alguno para cambiar el sistema. Al infiltrarse como jugador, puede manipular los eventos directamente y mantener a Gi-hun bajo vigilancia.
Al mismo tiempo, queda en claro que El Líder siente cierta fascinación por la fortaleza de Gi-hun. Su interés por él se hace evidente en los momentos en los que observa cómo el protagonista intenta ayudar a los demás jugadores durante el desafío de Luz Roja, Luz Verde, así como en el resto de las competencias que se van desarrollando dentro del juego.
Algo que llama la atención es que Gi-hun no reconozca al jugador 001 como el Líder. Durante buena parte de la primera temporada de El juego del calamar, las interacciones entre ambos han sido limitadas y siempre mediadas por tecnología. En la primera entrega, su único encuentro cara a cara fue en una limusina, donde Gi-hun estaba vendado. Además, El Líder, quien llevaba una máscara la mayor parte del tiempo, tenía su voz alterada, haciendo aún más difícil conectar los puntos.
El regreso del jugador 001 en esta segunda temporada recuerda al giro inesperado de Oh Il-nam en la primera entrega, pero con un enfoque diferente. En esta ocasión, somos nosotros los espectadores, los que sabemos desde el principio la identidad del jugador, lo que genera una tensión completamente nueva.
Con un final de temporada cargado de suspenso, los fanáticos de El juego del calamar deberán esperar hasta la tercera entrega para ver un nuevo, y posiblemente final, enfrentamiento entre ambos personajes. En los últimos días, Netflix confirmó que la tercera entrega llegará a mediados de 2025.