Cada diciembre, los acordes de “Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén” inundan hogares y calles, recordándonos la magia de la Navidad. Este emblemático villancico, conocido como El Burrito de Belén, ha trascendido generaciones y fronteras, consolidándose como uno de los himnos navideños más queridos de América Latina y comunidades latinas en el mundo.
Aunque muchas versiones han surgido a lo largo de los años, como la del colombiano Juanes o la más reciente interpretación del español David Bisbal, ninguna ha logrado el impacto de la original grabada en 1975 por el Coro Infantil Venezuela, liderada por la voz del pequeño Ricardo Cuenci.
A sus 8 años, Cuenci se convirtió en el alma del villancico. La canción, compuesta por el maestro Hugo Blanco, encontró su esencia en las voces infantiles, una decisión que tomó forma gracias a la dirección de Raúl Cabrera y el talento de La Rondallita.
La historia detrás de la canción
Ricardo, ahora de 57 años, recuerda con nostalgia cómo su pasión por la música nació desde niño, inspirada por su padre y las melodías llaneras que resonaban en su hogar. Su participación en El Burrito Sabanero fue fruto de la amistad de su familia con Raúl Cabrera y su espontánea interpretación del tema durante una grabación en estudio.
“Al principio no podía pronunciar la S, así que grabé diciendo ‘burrito tabanero’. Eso quedó para siempre”, comparte Cuenci entre risas.
El éxito fue inmediato. Desde las rockolas de Caracas, la canción se popularizó en toda Venezuela y luego se extendió a Puerto Rico y otros países. Sin embargo, la fama no vino acompañada de justicia económica para los jóvenes intérpretes. Cuenci confiesa que ni él ni sus compañeros recibieron regalías por la icónica canción.
Altibajos y un nuevo comienzo
A pesar de haber recorrido escenarios y haber recibido ofertas prometedoras, como integrar la agrupación Menudo, Cuenci enfrentó desilusiones que lo llevaron a alejarse de la música. “Fue una etapa difícil. Nunca vi un bolívar por mi trabajo y mi papá no aceptó que me uniera a Menudo. Fue un golpe duro”.
Sin embargo, el legado de El Burrito Sabanero permanece vivo. Cuenci, ahora abuelo y dedicado a la publicidad, se prepara para un regreso especial. Este 24 de diciembre, lanzará una nueva versión del villancico junto a su nieta y su tío, el tenor Tony Cuenci, uniendo generaciones en un tributo que promete emocionar a sus seguidores.
“Que cada niño en el mundo escuche esa canción y se llene de alegría me llena de orgullo. Al final, el burrito sigue llevando felicidad a todos”.
Así, el pequeño burrito sigue su camino, no solo hacia Belén, sino también hacia el corazón de millones, recordándonos que la música es un puente de unión y esperanza.