El silencio y la emoción marcaron el último adiós a Liam Payne, el exintegrante de One Direction, en un funeral privado realizado esta tarde en los Home Counties, cerca de Londres. A más de un mes de su trágico fallecimiento en Buenos Aires, la familia, amigos cercanos y excompañeros de banda se reunieron para despedirlo en una ceremonia cargada de dolor y nostalgia.
Payne, de 30 años, falleció el pasado 16 de octubre tras una caída desde el tercer piso de un hotel en Argentina, donde se encontraba descansando. La autopsia confirmó que los politraumatismos sufridos en el accidente, agravados por su estado de inconsciencia, fueron la causa de su muerte. Los procedimientos legales y burocráticos retrasaron el funeral hasta esta fecha.
El servicio religioso comenzó a las dos de la tarde en una iglesia de la región, donde un coro y músicos acompañaron la ceremonia. Un coche fúnebre tirado por caballos y decorado con rosas blancas trasladó los restos de Payne, en medio de un sepulcral silencio roto solo por los sollozos de los presentes.
Entre los asistentes destacaron figuras como Simon Cowell, creador de One Direction, el actor James Corden y Kate Cassidy, última pareja de Liam, quien estuvo con él en Argentina días antes de su fallecimiento.
La reunión de los exmiembros de One Direction, Harry Styles, Louis Tomlinson, Niall Horan y Zayn Malik, atrajo gran atención. Vestidos de luto riguroso, los antiguos compañeros fueron vistos juntos en una emotiva escena frente a las decoraciones florales. La banda, que marcó a toda una generación, se reunió nuevamente, esta vez en un escenario lleno de dolor, recordando los momentos compartidos con quien fuera su compañero y amigo.
El ambiente fue solemne, con estrictas medidas de privacidad para proteger la intimidad de la familia y los amigos más cercanos. Sin embargo, la magnitud del legado de Liam Payne y su impacto en la cultura pop hicieron de este funeral un acontecimiento que trasciende lo privado.