Alejandro Fernández, conocido cariñosamente como El Potrillo, ha emocionado a millones de seguidores con una conmovedora declaración en la que reflexiona sobre su identidad como mexicano y como hijo de la leyenda Vicente Fernández. En un mensaje lleno de amor y orgullo, Alejandro compartió sus pensamientos sobre las dos grandes bendiciones que le han marcado la vida: ser mexicano y ser un Fernández.
“Soy Alejandro, el potrillo de mi padre, el potrillo de México. Nací con dos bendiciones, la de nacer mexicano y la de nacer Fernández. Esas dos bendiciones juntas hacen que en mi sangre corra toda la fuerza, la tradición, la magia y la música de nuestro país”, escribió el cantante en sus redes sociales.
Alejandro, quien ha seguido los pasos de su padre, “El Charro de Huentitán”, tanto en el escenario como en la vida, explicó que está listo para entregar algo especial, un homenaje a la música que une a generaciones y que representa el alma de México. “Estoy aquí, porque estoy a punto de entregarles algo que no es solo mío, es de todos los mexicanos, de todos los latinos, es el sonido de generaciones, de tu familia y de la mía, nuestras raíces, nuestra esencia, nuestro álbum de recuerdos”, agregó con emoción.
El intérprete destacó la profunda conexión que los mexicanos y los latinos tienen con la música de Vicente Fernández, especialmente cuando están lejos de su tierra. “La música que el gran charro mexicano llevó siempre con orgullo en el corazón a todos los lugares del mundo… la música que logra que cuando estamos lejos y escuchamos Volver Volver se nos salgan las lágrimas”, expresó.
Alejandro Fernández también compartió algunos de los aprendizajes más valiosos que recibió de su padre, desde montar a caballo y portar con orgullo el traje de charro, hasta amar al público y cantar con el corazón. Pero, quizás lo más importante, es la lección de nunca rendirse. “Lo mejor que me enseñó mi padre fue que yo, como buen mexicano…No Me Sé Rajar”, concluyó con fuerza.
Este homenaje, según las palabras de Alejandro, no se trata de él, sino de honrar a México y al legado de su padre, Vicente Fernández, cuyo espíritu sigue vivo en las voces de todos aquellos que, como él, llevan la música ranchera en el corazón.