En una entrevista realizada en 2021 con el presentador Howard Stern, la cantante estadounidense Billie Eilish describió la pornografía como “una desgracia” y confesó que fue expuesta a imágenes violentas y abusivas desde los 11 años. La conversación surgió a raíz de las líneas de su canción “Male Fantasy”, perteneciente a su álbum Happier Than Ever, donde Eilish menciona cómo intentaba distraerse viendo pornografía.
Eilish explicó que haber sido expuesta a este contenido a tan temprana edad tuvo un efecto devastador en su desarrollo, afirmando que su cerebro fue “destruido” por ver videos sexuales perturbadores. La cantante también expresó su preocupación por la manera en que la pornografía distorsiona la percepción de las relaciones sexuales, afectando conceptos como el consentimiento y los límites saludables en una relación.
Estas declaraciones resaltan un problema que afecta a muchos jóvenes en todo el mundo. Un estudio publicado en julio de 2021 en la revista Journal of Adolescent Health mostró que el consumo de material explícito entre los preadolescentes es alarmante. La encuesta realizada a 9.250 jóvenes de entre 10 y 14 años en cinco países, reveló que el 14,5% de los entrevistados en Ecuador y hasta el 33% en Bélgica habían accedido a este tipo de contenido.
El estudio subraya el impacto que el acceso temprano a la pornografía puede tener en el desarrollo y las percepciones de los jóvenes, en especial en zonas de bajos ingresos. La revelación de Eilish abre una conversación importante sobre la educación sexual y la necesidad de regular el acceso a contenido explícito para proteger el bienestar de los menores.