La icónica estrella del pop Madonna ha decidido celebrar su 66º cumpleaños en Italia, donde ha planeado una visita privada a la histórica área arqueológica de Pompeya, una ciudad que fue destruida por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
La cantante, que ha estado acompañada por su novio, el joven futbolista Akeem Morris, de 28 años, ha desmentido los rumores que apuntaban a una fastuosa fiesta con 500 invitados, afirmando que se tratará de una celebración íntima y discreta.
Madonna aterrizó en Génova, al noreste de Italia, en un vuelo privado este lunes y posteriormente se trasladó en barco a Portofino, uno de los lugares más exclusivos de la costa de Liguria.
Allí, ha sido la huésped de los diseñadores Stefano Dolce y Domenico Gabbana, quienes la recibieron en su mansión para conmemorar no solo su cumpleaños, sino también sus 40 años de carrera en la música.
A pesar de los rumores que surgieron en torno a una supuesta fiesta en el Grande Teatro de Pompeya, la dirección del parque arqueológico y el delegado del gobierno de Nápoles, Michele di Bari, han aclarado que no habrá ningún evento masivo.
“No habrá fiesta, ni mucho menos con 500 personas, sólo se espera la presencia privada de la artista”, afirmó di Bari. Madonna, conocida por su interés en la cultura y la historia, ha expresado su deseo de explorar Pompeya de una manera íntima, sin grandes celebraciones.
Después de su visita a Pompeya, los medios italianos han especulado que Madonna podría trasladarse a la isla de Capri para continuar con su cumpleaños, aunque no hay confirmación oficial sobre este posible plan.
