Emilia Clarke se merece el Trono de Hierro en la vida real. La actriz, conocida mundialmente por su icónico papel como Daenerys Targaryen en la serie de fantasía medieval “Juego de Tronos”, reveló en una entrevista con Big Issue los enormes desafíos que enfrentó durante el rodaje de la serie, marcados por dos aneurismas cerebrales que pusieron en riesgo su vida y carrera.
En una conversación reveladora con el medio británico, Clarke compartió detalles sobre las pruebas a las que fue sometida tras sufrir estas graves lesiones cerebrales. Su historia es una mezcla de valentía, incertidumbre y una gran fuerza de voluntad para seguir adelante a pesar de las adversidades.
El primer aneurisma ocurrió en 2011, poco después de concluir la grabación de la primera temporada de “Juego de Tronos”. Una cirugía de emergencia le salvó la vida, pero las secuelas físicas y emocionales la dejaron llena de inseguridades. Aun así, Clarke decidió continuar con su trabajo en la serie, manteniendo en secreto sus problemas de salud tanto de sus compañeros como del público. “El primer miedo que todos tuvimos fue: Dios mío, ¿me van a despedir?”, confesó Clarke.
A pesar de las dificultades, Clarke ha demostrado una resiliencia excepcional. Confesó que una parte de su cerebro ya no es utilizable, pero esto no le ha impedido llevar una vida normal. “Es sorprendente que pueda hablar, a veces articuladamente. Pertenezco a una minoría muy pequeña de personas que pueden sobrevivir a eso”, explicó, reconociendo la suerte que ha tenido.
El impacto de su experiencia la motivó a trabajar incansablemente para aumentar la conciencia sobre las lesiones cerebrales. Clarke fundó la organización benéfica SameYou, dedicada a ayudar a pacientes de aneurismas en su recuperación, y ha destacado la importancia de cuidar la salud mental. “Tener una enfermedad crónica que disminuye tu confianza en aquello que sientes que es tu razón para vivir es muy debilitante y solitario”, declaró Clarke.
La historia de Emilia Clarke es un testimonio de coraje y determinación. Su capacidad para superar adversidades y utilizar su plataforma para ayudar a otros la consagra como una verdadera reina, tanto en la pantalla como en la vida real.