Karol G, la Bichota de sonrisa cegadora y canciones pegadas y empoderadoras, ha puesto este sábado entre caderazos y buen rollo a un Madrid en plena ola de calor (más) a fuego y “más bonito” para consumar la hazaña inédita de cuatro llenos en el estadio Santiago Bernabéu.
“Esta semana ha sido para mí de mucha gratitud; ustedes mismos pueden ver lo que está pasando aquí y son cuatro noches como esta. Yo soy una niña de su casa, que algún día soñó algo y se le dio; ¡no dejen de soñar porque es posible!”, ha proclamado entre lágrimas la colombiana al final de dos horas y media de concierto y arropada con la bandera española.
Salvo el intento de traerla en 2023 a un festival latino a las afueras (anunciado y luego cancelado, quizás porque justo entonces se cruzó esta oportunidad en el Bernabéu), no hay mejor modo de ilustrar su enorme crecimiento que su actuación previa en Madrid hace cinco años: en una sala para menos de mil personas, donde actuó sin luces y sobre la barra.
Un lustro después, actuará ante unas 240.000 personas en total que agotaron en horas cada una de las citas que proponía en la renovada casa del Real Madrid gracias a un repertorio que ha forjado en este tiempo, especialmente a partir de eclosionar con uno de los grandes temas de la pandemia, Tusa.