Santo Domingo.- Héctor Acosta (El Torito), tocó la campana del Hospital Baptist en la ciudad de Miami para celebrar la victoria en su batalla contra el cáncer.
Esta tradición simboliza el cierre de un capítulo importante en su camino hacia la recuperación y la esperanza renovada para el futuro.
Es por esto que con gran satisfacción, informamos que Acosta ha completado exitosamente su tratamiento para erradicar el cáncer de “Nasofaringe”, en el lado derecho de su cuello, categoría 3, que fue diagnosticado el pasado 11 de enero, recibiendo su primera Quimioterapia el 27 de febrero y culminando esta face el 16 de abril.
Gracias al tratamiento agresivo, su voz no está en peligro y no hay indicios de cáncer en otras partes de su cuerpo. Desde el 28 de mayo, comenzó sesiones de Radioterapia de lunes a viernes acompañadas de una quimioterapia semanal adicional, hasta el pasado 10 de julio.
“Además de la ciencia y los doctores, tuve al médico por excelencia, Dios, quien siempre me dio las fuerzas para seguir y me demostró que su poder es irremplazable”, agregó.
Durante este proceso, Héctor Acosta fue atendido por un equipo de especialistas comprometidos, incluyendo al Dr. Ochoa (Oncólogo) y al Dr. Kalman ( Oncólogo y Radioterapeuta).
“Recomiendo a quienes padecen esta enfermedad que la asuman como lo hice yo. Me entró en la cabeza que el cáncer no es una enfermedad, sino un mensaje. Así es como debemos enfrentarlo para vencerlo sin trauma”, enfatizó.
En los próximos días, el senador de la República por la provincia Monseñor Nouel, Héctor Acosta, retornará al país para continuar trabajando a favor de su pueblo y el país
Acosta expresó su gratitud a Dios por su misericordia al darle una nueva oportunidad de vida, a los médicos, la ciencia, su familia, colaboradores, su partido el PRM, los medios de comunicación y a cada persona que apostó por él para seguir representándolos, incluso durante esta delicada situación de salud.
Los especialistas elogiaron la disciplina, valentía y determinación de Héctor Acosta durante este desafío, así como la dedicación del equipo médico por su incansable esfuerzo y compromiso con la salud y el bienestar del paciente.