Aplazados cuatro meses por las huelgas en Hollywood, los premios Emmy, que celebran lo mejor de la televisión estadounidense, arrancaron este lunes en Los Ángeles con “Succession” y “The Bear” haciéndose con los primeros premios de la noche.
Ayo Edebiri recibió la primera estatuilla de los llamados Óscar de la televisión, como mejor actriz de reparto por “The Bear”, mientras que sus coestrellas de pantalla, Jeremy Allen White y Ebon Moss-Bachrach se llevaron los Emmys a mejor actor y mejor actor de reparto, respectivamente.
La serie que sigue los vaivenes de una frenética cocina de un restaurante en Chicago también se llevó los premios a la mejor dirección y guión de una serie de comedia.
En el rubro dramático, “Succession”, que llegó como gran favorita a la gala con 27 nominaciones, también saboreó el palco durante la primera hora de la ceremonia, con el Emmy a Matthew Macfadyen como mejor actor de reparto.
Por su parte, sin sorpresas Jennifer Coolidge venció como la mejor actriz de reparto en una serie dramática por su carismático rol en “The White Lotus”, la sátira de HBO que antes competía por miniserie, y que cambió de categoría en esta edición gracias al lanzamiento de su segunda temporada ambientada en Sicilia.
“Quiero agradecer a todos los gais malvados”, dijo Coolidge al agradecer el reconocimiento, reviviendo su línea más memorable en la segunda temporada.
Por su parte, “RuPaul’s Drag Race”, el popular programa de concursos que enfrenta a Drag Queens, se embolsilló otro Emmy al mejor programa de telerrealidad.
“Celebración”
La 75ª edición de los premios Emmy arrancó con un corto musical liderado por el comediante y actor Anthony Anderson, acompañado de un coro de gospel.
Anderson, quien asumió las riendas de la ceremonia junto a su madre, continuó con un nostálgico repaso de series que marcaron la televisión estadounidense en décadas recientes como “Los hechos de la vida”, “Good Times” y “Miami Vice”.
“Esta noche es una de celebración, estamos honrando los programas que nos mantuvieron pegados a la televisión”, dijo Anderson que también estuvo acompañado por Travis Barker, de Blink-182, a cargo de un solo de batería.
El tono nostálgico de la noche prosiguió con la participación de varios elencos de programas súperexitosos como “Cheers”, “Grey’s Anatomy” y “Los Soprano” que reprodujeron sus muy reconocidos escenarios en la gala.
La ceremonia llega con cuatro meses de atraso.
Previstos para septiembre de 2023, fueron pospuestos debido a las huelgas de actores y guionistas que en la época paralizaban Hollywood y secaban las alfombras rojas.
Los organizadores apostaron por enero como una fecha segura, aunque los votos se emitieron en el verano estadounidense, y algunos de los programas nominados se estrenaron hace 18 meses.
Con las huelgas en el pasado, las estrellas de la industria se congregaron en el teatro Peacock en el centro de Los Ángeles para la noche más importante de la televisión y derrocharon glamour en una alfombra en la que los tonos rojos y violetas compitieron con el siempre clásico negro.
Audiencias
Aunque los organizadores no tenían muchas opciones, el retraso de los Emmy a enero puede ser contraproducente.
Sin contar con la confusión que genera premiar programas que estrenaron hace año y medio, el cambio de fecha sitúa a los Emmy en medio de la temporada de premios de Hollywood, lo que desvía el foco y les priva de publicidad particular.
Los premios Emmy han perdido audiencia durante años.
La gala de 2022 fue vista por apenas 5,9 millones de televidentes, cifra menor que la edición pandémica de 2020 bautizada de “pandEmmys”, que fue transmitida desde un teatro vacío y en la cual las estrellas aceptaban sus premios en casa de manos de repartidores con trajes de protección de material tóxico.
Los Emmy no son los únicos premios en sufrir para conquistar de vuelta a las audiencias, pero galas como la de los Óscar se han recuperado desde la pandemia.