El actor alcanzó el estrellato en la década de los 70, en la que rodó otros éxitos como “Luna de Papel” y “Barry Lyndon”. Falleció a los 82 años.
El mundo del cine se despide de una de sus leyendas, Ryan O’Neal, conocido por su inolvidable papel en el filme “Love Story” en la década de los 70, falleció ayer viernes en Los Ángeles. La noticia fue confirmada por su hijo Patrick a través de un emotivo comunicado en Instagram, rememorando su carrera y lo que significó para él. Sin embargo, hasta el momento, se desconocen los detalles alrededor de la causa de su muerte.
“Esto es lo más duro que he dicho jamás, así que allá vamos. Mi padre ha fallecido hoy en paz, con su querido equipo a su lado apoyándolo y queriéndolo como él nos quería a nosotros”, escribió Patrick O’Neal, calificando al actor de “leyenda de Hollywood”. También prometió que compartirá el legado que dejó su padre “para siempre” y finalizó su tributo asegurando que “nadie ha contado una historia mejor que Ryan O’Neal”.
A lo largo de su vida, O’Neal ya había enfrentado varias dificultades de salud, incluyendo una batalla contra la leucemia en 2001 y un diagnóstico de cáncer de próstata en 2012. Su lucha y resiliencia ante estas enfermedades inspiraron a muchos, sobre todo porque la madre de su último hijo y pareja durante más de tres décadas, Farrah Fawcett, lo dejó cuando falleció de cáncer de colon en 2009.
Ryan O’Neal, nacido y criado en Los Ángeles, tuvo un inicio poco convencional en la actuación, pues no fue precisamente algo que siempre soñó hacer. Inicialmente, fue boxeador profesional en su juventud, pero su trayectoria como actor comenzó cuando su familia se mudó a Alemania a finales de los años 50. Allí, surgió su curiosidad por la actuación y se desempeñó como extra y doble de acción en series, encendiendo su pasión por la interpretación.
De regreso a Los Ángeles, O’Neal construyó su nombre en la televisión con más de una veintena de personajes, destacando su papel protagónico en la exitosa serie de 1957 “Peyton Place”, que duró cinco años y que lo llevó a convertirse en un rostro reconocido en la pantalla chica.
Sin embargo, el año 1970 marcó un antes y un después para su carrera con “Love Story”, la película que le valió aclamación global, críticas positivas y significativas nominaciones, incluyendo a los premios Óscar y Globo de Oro. A pesar de no haber ganado, su performance como Oliver Barrett sigue siendo memorable. En 2021 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en una celebración que compartió con Ali McGraw, su coprotagonista en la cinta.