Por: José Rafael Sosa
Para entender el contexto de este montaje es extenso, hay que iniciar por referir a la Reina de Castilla, Juana I, llamada Juana la Loca, nacida en Toledo en 1479 – Tordesillas, Valladolid, 1555), tercera hija de los Reyes Católicos, casada – sin ser consultada- con el archiduque austriaco Felipe el Hermoso en 1496.
Ese mismo año en que fue jurada como heredera por las Cortes de Castilla (1502) empezó a manifestársele una enfermedad mental, determinada según algunos por la infidelidad de su marido, hacia quien sentía un amor apasionado.
El recorrido, desde la perspectiva del talento nacional (escritural, y actoral), abarca la obra teatral de Manuel Rueda, Retablo de la pasión y Muerte de Juana la Loca, pasando por la adaptación de Richardson Diaz, la visión de Guillermo Cordero al concebir y desarrollar el proyecto que requirió la participación de los más de cien talentos en sus diversas áreas, un empleo de la tecnología como se ha visto pocas veces, y revelación que ha supuesto la actuación de Mary Gaby Aguilera (como Juana Joven), y la ratificación del resto de los talentos del resto del elenco, y al cual nos referiremos más adelante.
Al salir de la representación de Juana la loca ¿Locura o conspiración?, el público lo hace en disfrute cierto de haber acudido a un espectáculo que deja parlamentos, las volteretas de la trama sobre la atormentada vida de Juana I de Castilla, efectos visuales, recursos técnicos manejados con criterio y a fondo, pero, sobre todo, por imágenes visualmente inolvidables, plásticamente adscritas a la belleza al equilibrio lumínico y de los cuadros clásicos del renacimiento.
Visualmente, el montaje concebido por Cordero se inscribe en la galería de los espectáculos más hermosos y exuberantes de entre los presentados en este escenario en 50 años de funciones.
Todo parte de la adaptación, manteniendo el marco isabelino español de época, de la obra de Manuel Rueda, por parte de Richardson Díaz, que, con este, acaba de dar el paso más importante de su carrera hasta el momento.
Joven y talentoso, este chico merecería el reconocimiento pleno por su trabajo, junto con la visión de Guillermo Cordero. Juana la loca, ¿locura o conspiración? echa con fuerza mano a la música coral, a la recitación armónica colectiva, a la proyección de cine (empleada puntual y simbólicamente y con un acierto extraordinario), a las actuaciones, sobre todo en sus soliloquios, al ensamble que sorprendió por su perfección y armonía.
Notable la participación del coro de los Caballeros Guardiamarinas de la Armada Dominicana, quienes dejan en escenario la impronta artística que los ha adiestrado, en adición a su vocación militar.
(Ensamble es agrupación, conjunto, ensamble, banda o grupo musical se refiere a dos o más personas que, a través de la voz o de instrumentos musicales, interpretan obras musicales pertenecientes a diferentes géneros y estilos).
Un aspecto imponente de la obra es la dirección de su movimiento escénico de grandes masas actorales de época, con cuyas acciones el espectador logra esa sensación de que los artistas han trabajado por meses para lograr el impacto que marque el alma durante un par de noches.
La visión compositiva de los talentos en función de la época es la mas vivida que hayamos visto hasta el presente en una representación en el país en los últimos años. Parecen en determinados momentos, cuadros de la pintura de renacentista, en movimiento.
Actuaciones
La base del teatro es la actuación y esta pieza lo evidencia al entregar interpretaciones sentidas, tocantes e inolvidables.
Carlota Carretero, que tiene a su cargo mayor tiempo en parlamentos, sustrae al público con el manejo de su hermosa voz y la agilidad de su movimiento escénico. Hace vivir al público cada palabra.
Elvira Taveras ratifica su calidad como maestra del teatro dominicano, por la limpieza en la ejecución de sus textos, ahora favorecida – como para el resto del elenco— por la facilidad técnica de la microfonía individualizada— logrando una conexión con el drama que cuenta.
Ernesto Báez logra un Rey Fernando apoyado tanto en su imponente presencia como en su vestuario, voz e intuitiva actitud del rol de realeza.
Hony Estrella tiene espacios de actuación que la catalogan como una actriz de experiencia y que logra uno de los mejores papeles que le hayamos visto. Logra con fidelidad la desesperación existencial dramática a su cargo.
Pepe Sierra, transformadísimo, asume su personaje de Cardenal Cisneros, —movimientos corporales marcados por el paso del tiempo y
adoptando el tono de voz adecuado, ratifica su liderazgo como interprete joven del presente tiempo. Un joven maestro de la actuación que aporta una caracterización que queda en la memoria, apoyada por Miguel Lendor y José Roberto Diaz, excelentes en sus papeles de soporte.
José Guillermo Cortines (Felipe el Hermoso), aporta audacia y sensualidad bien lograda mediante un desnudo, realizado con profesionalidad y que sorprende al público (sobre todo femenino).
La revelación actoral del montaje es de Mary Gaby Aguilera (Juana Joven) quien llega a escenario sin una trayectoria, sin una relación de buenas criticas en los medios. La joven es inteligente, incisiva y brillante.
Richardson Diaz se acerca en sucesivas expresiones interpretativas a esa comicidad inteligente que le encanta. Una sorpresa fue la perfección casi matemática de los textos pronunciados en colectivo y las canciones.
Impecabilidad técnica
Resalta la limpieza del sonido, tanto de la banda sonora, de la música como de la reproducción auditiva. Se vive cada sonido. El vestuario y peluquería agregan un valor a la espectacularidad de la representación.
El diseño de luces acentúa al extremo los diversos giros, generando sombras que utiliza dramáticamente en favor de la narración escénica. A la obra le aportan verosimilitud y solemnidad el vestuario y los accesorios de utilería.
La escenografía es uno de sus éxitos, al lograr un conjunto de rápida introducción vertical y horizontal, con elementos planos, simples y minimalista, con excelente terminación reproduciendo con expresividad la época reinal castellana.
Los efectos especiales, tan contados como precisos, y sobre todo el uso de la bruma (neblina) y en especial los momentos en que se introducen o salen personajes por los sistemas de elevadores, se suman entre los elementos que hacen del montaje, una experiencia artística memorable.
La pieza es lo mejor que en teatro dominicano ha producido en anos. No hay otra forma de decirlo. Puede usted tener la imagen que quiera de Guillermo Cordero, pero lo innegable es que se trata de un cuadro profesional que sabe lo que tiene entre manos, que lo sabe gerenciar y que tiene la forma de encaminar sus talentos a buen puerto.
Ojalá pueda volver a montarse Juana la Loca ¿Locura o conspiración?
Ojalá se le ocurra a la Radio Televisión Dominicana plantear la grabación y edición de este trabajo para que pueda ser disfrutado por mucha más gente.
Ficha técnica
Juana la loca: ¿Locura o Conspiración?
Producción: Teatro Nacional
Patrocinio: Sociedad Industrial Dominicana, Central Romana Corporations Ltd., Popular, Alcaldía Santo Domingo, Banreservas, Listín Diario; Copatrocinio: Propagás, Rowe, Banco Central, CEPM, Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos, Indotel, Plaza Lama (La supertienda), Excel, Autoridad Portuaria Dominicana, Edesur, Tienda El Canal y Claro.
Dirección general y artística: Guillermo Cordero
Adaptación dramatúrgica: Richardson Diaz
Producción ejecutiva: Camilo Landestoy
Dirección coral y musical: Nadia Nicola
Composición musical y orquestación: Junior Basurto Lomba
Dirección de estilo: Pablo Pérez
diseño lumínico: Lillyana Diaz, Ernesto López, Roberto de León y Darwing Tatis.
Dirección de sonido y microfonía: Manolito Soribas
Escenografía y realización escenográfica: Carlitos Ortega
Utilería: José Enrique Villar
Diseño y confección de vestuarios: Jorge David (todas telas de la Tienda El Canal)
Confección vestuario Ensamble: Magdalena Gutiérrez.
Zapateria: So Danca
Maquillaje y peluquería: Gabriel Jorge
Programa de mano: Vera Peralta
Elevadores: Robótica Advertising
Efectos especiales: Phantom Fuegos Artificiales
Asesoría en mobiliario y estilo: Arquitecta Patricia Reid Baquero
Produccion audiovisual: Aidita Selman
Coordinación de Calzados y tocados: Juan Tavárez
Elenco: Carlota Carretero (Juana Adulta),Mary Gaby Aguilera (Juana Joven), Elvira Taveras (Reina Isabel), Ernesto Báez (Felipe Hermoso), Hony Estrella, (Beatriz de Bravante), Pepe Sierra (Cardenal Cisneros), Richardson Diaz (Sacerdote), Miguel Lendor y José Roberto Diaz (sacerdotes), Pablo Pérez (Marques de Denia), Madeline Abreu (Aixa),
Miriam Bello (Fátima), Agustín Rousseau (Carlos V), Johanna Gonzalez, Karla Hatton y Lucy Caamaño (Damas de Juana), Yuyú Ramírez, Carmen Espinosa y Aida Veitía (Damas de la Reina), Laila Taveras (Princesa Leonor), Josué Ureña (Príncipe Fernando), Monserrat de León( Catalina de niña) , Miranda de León (Catalina Adolescente), Enrique Valdez (Escribiente) y Pedro Oviedo ( Médico de la Reina Isabel).