Blue Ivy Carter promete, de la misma forma que lo hizo su madre hace más de dos décadas, ser una de las artistas con mayor proyección de la industria musical. A sus once años, la hija mayor de la cantante Beyoncé y el rapero Jay Z, puede presumir de ser la tercera ganadora más joven de la historia de los Grammy y de haber actuado en el recinto con mayor capacidad de espectadores de París.
La jovencísima Blue sorprendía este viernes a todos los asistentes al concierto de Beyoncé en el Stade de France, en el marco de su Renaissance World Tour, al salir al escenario para seguir la coreografía junto al resto de bailarines.
Beyoncé sigue acumulando sold out tras sold out en su nueva gira, el Renaissance World Tour, que llega a los estadios europeos este verano (en Barcelona, su única parada en España, lo hará el próximo 8 de junio, en el Estadi Olímpic Lluís Companys).
Su última actuación fue este viernes en París, concretamente en el estadio situado en Saint-Denis. Alrededor de 80.000 personas asistieron al concierto de la intérprete de temas como Crazy in love o Formation. Fue entonces cuando sus seguidores se llevaron una grata sorpresa. ‘Queen B’ decidió invitar a alguien al escenario… alguien a quien el público reconoció rápidamente por su gran parecido a la cantante.
Rodeada del equipo de bailarines de la intérprete estadounidense, Blue, su hija mayor (dio a luz a otros dos pequeños en 2017, Rumi y Sir, de cinco años), aparecía en el escenario para acompañar a la superestrella en su interpretación de los temas My Power y Black Parade. En los vídeos compartidos en redes sociales por algunos asistentes al concierto, se puede apreciar como el público rompió entre aplausos y gritos al ver a la joven interpretando la coreografía como una bailarina profesional. Las imágenes se han viralizado rápidamente en redes, y son muchos los usuarios que destacan el talento de la pequeña pese a su corta edad.
“Blue Ivy, la hija de Beyoncé, apareciendo en París estoy llorando”, expresaba un internauta. “Una niña de once años actuando ante 80.000 de personas en el concierto sold out de su madre en París. Vaya joven icono”, expresaba otra tuitera. Por otro lado, otros se fijaban en que la pequeña parecía estar en shock, a pesar de tener la coreografía bien ensayada. “Necesita más soltura”, se puede leer en otro tweet.