“Alguien así debería vivir eternamente”, dijo una de las vecinas de Tina Turner, al dejar este jueves unas flores frente a la residencia de la leyenda del rock en Suiza.
Barbara Burkhalter es una de tantas pesonas que se acercaron a honrar la memoria de la reina del rock delante del castillo sobre el lago Zúrich, donde vivió durante 30 años.
La muerte de Turner el miércoles, a los 83 años, desencadenó una larga lista de homenajes de líderes mundiales y otros íconos del rock, pero también por parte de los vecinos del exclusivo barrio de Küsnacht, donde la estrella pagó por las decoraciones navideñas.
“Traje flores y una pequeña tarjeta. Realmente tenía que venir”, dijo Burkhalter, de 69 años.
“Ya no escuchamos tu voz, pero sigue dentro de mi corazón”.
“El martes vimos que el jardín no estaba iluminado, lo cual es inusual”, añadió la vecina. “Estaba completamente oscuro”.
“Ella era mi favorita de todas las damas. Vivo a solo cuatro minutos de aquí. La vi muchas veces cuando iba a comprar. Nos encantaba que estuviera aquí, pero nunca la habríamos molestado”.
Floreció sin odio
Los vecinos dejaron montones de flores, velas, tarjetas y mensajes delante del portón de hierro de la residencia de la estrella estadounidense.
Además de su música y su presencia magnética en el escenario, la historia de superación de violencia doméstica de Turner conmovió a muchas mujeres en todo el mundo.
Guia Greaves, una admiradora, afirmó que los habitantes del barrio la consideraban como una buena persona y una buena vecina, discreta y humilde, que se esforzó por aprender alemán y contribuir a la comunidad.
“Pagó todas las decoraciones de Navidad”, indicó Greaves a la AFP.
“No sé cuantas veces pasé por aquí mientras escuchaba sus canciones”.
“Y admiro mucho lo que simbolizó para la violencia doméstica: la manera en que floreció sin odio”, añadió.
“Ahora nos queda el tesoro que es su música, y debemos seguir escuchándolo”.
Era tan fuerte
Turner se mudó al país alpino en 1995 con su pareja, el alemán Erwin Bach, de 67 años.
En 2013, tres meses después de casarse con Bach y de recibir su pasaporte suizo, Turner renunció a su nacionalidad estadounidense.
La pareja alquiló por mucho tiempo la finca debido a las restricciones para que los extranjeros tengan propiedades en Suiza.
Los jardines tienen setos inmaculados y enormes y coloridos arbustos en tonos rosas y azules, además de grandes abetos que protegen la vista de la casa de tres pisos.
Jerika Seiler, de 48 años, se paró enfrente para prender “una vela por su alma”.
Esta diseñadora de moda explicó que se cruzó con Turner muchas veces en restaurantes de la zona en los últimos 20 años. Una vez, mientras la cantante entraba en el castillo con su coche, “bajó la ventanilla, dijo hola y sonrió. ¡Grité de felicidad!”, recordó.
“Fui a tres conciertos. Empecé a leer su libro hace unos años, y siempre lloro cada vez que veo su película”.
“Era tan fuerte. Su mensaje para la vida, lo echaré de menos. Era genial en todos los aspectos. Siempre será simplemente la mejor”, añade Seiler, refiriéndose a uno de los mayores éxitos de Turner, “Simply the best”.