El festival de Cannes rindió este martes un homenaje al fallecido cineasta español Carlos Saura con la proyección en una pantalla gigante en la playa de su película “Carmen” (1983) y en presencia de su hijo Antonio.
“Francia le dio a mi padre la posibilidad de ser libre, de contar la verdad sobre la cultura española”, dijo Saura hijo, recordando al director fallecido el pasado 10 de febrero a los 91 años que dirigió unas 50 películas a lo largo de una carrera de más de medio siglo.
Antonio Saura, también productor y distribuidor de cine, recordó como Cannes y Francia acogieron siempre las obras de su padre con “generosidad”, en momentos en qué la censura de la dictadura del general Franco seguía vigente.
“Carmen” (nominada al Óscar a mejor película extranjera) forma parte de la “trilogía flamenca” del director aragonés.
Narra la historia del director de una compañía de baile (interpretado por el bailarín y coreógrafo Antonio Gades) que está trabajando en el montaje de la “Carmen” de Bizet y cuya relación con la protagonista se confunde poco a poco con el argumento de la ópera.
La hija de Gades, María Esteve, que también estuvo en el homenaje en Cannes en una playa llena a rebosar de espectadores, destacó “esa unión tan hermosa entre la danza y el cine” y que llevó al bailarín y al cineasta a colaborar en otras dos películas, “Bodas de sangre (1981) y “El amor brujo” (1986).
Saura está considerado uno de los grandes del cine español y es conocido sobre todo por sus películas que retrataron los males de la sociedad española en pleno franquismo, con títulos emblemáticos como “El jardín de las delicias” (1970) o “Cría Cuervos” (1975).
Su relación con el festival de Cannes fue determinante en la proyección internacional de su obra, con la presencia constante de sus películas a lo largo de los años y premios especiales del jurado para “La prima Angélica” (1973) y “Cría cuervos” .