Cleopatra tenía la “piel blanca y rasgos helénicos”, aseguró el jueves el ministerio egipcio de Antigüedades, ante el próximo estreno por Netflix de una docuficción en el cual una actriz negra encarna a la famosa reina, que levanta enardecidas polémicas.
“La Reina Cleopatra”, producida por Jada Pinkett Smith y presentada como un trabajo “basado en reconstituciones y testimonios de expertos”, será difundido el 10 de mayo en la plataforma de video.
El anuncio asegura que el documental muestra la vida de la última faraona de Egipto, “que luchó por defender su trono, su familia y su obra”, pero ya antes del estreno desató polémica en Egipto.
Unas 40.000 personas firmaron una petición en línea para impedir su salida, por “falsificación histórica”.
El ministerio de Antigüedades publicó el jueves un extenso comunicado que cita a muchos expertos que señalan de manera categórica que Cleopatra tenía la “piel blanca y rasgos helénicos”.
“Los bajorrelieves y las estatuas de la reina Cleopatra son la mejor prueba”, añade el ministerio en su texto, que va acompañado de imágenes de tetradracmas (una antigua moneda griega) y estatuas de mármol que representan a Cleopatra con rasgos europeos.
Para Mustafá Waziri, jefe de las Antigüedades egipcias, representar a la soberana como una mujer negra solo es una “falsificación de la historia egipcia”.
Internautas y comentaristas denuncian campañas de grupos afroamericanos que reivindican el origen de la civilización egipcia.
Cleopatra pertenecía a la dinastía macedonia de los Lágidas, originada en el general Ptolomeo, que se convirtió tras la división del imperio de Alejandro Magno en rey de Egipto y llevó al auge de una civilización helénica a orillas del Nilo.
Aunque la leyenda cuenta que la reina nacida hacia 69 antes de nuestra era de gran belleza, su apariencia y su color de piel no son bien conocidos.