La noche de estés sábado marco un antes y un después en la carretera artística y en la vida del merenguero Manny Cruz. Así lo manifestó el propio artista un poco antes de terminar el concierto que llamó el gran sueño de su vida, “Dominicano de Corazón”.
El show convirtió el Palacio de los Deportes en un derroche de merengue, baile y alegría, donde los presentes aplaudían con más fuerza cada canción interpretada por el artista a medida que avanzaba la noche.
Manny Cruz hizo su aparición en el escenario marcando las 9:35 de la noche, con su popular canción “Sabes enamorarme” recibiendo de inmediato la ovación de un público que lo esperaba con ansias.
El artista continuó con “Estoy completo” y “De lunes a lunes”, para dar paso de inmediato a su primer invitado, Fernando Villalona, quien agradeció la distinción al artista. Sin embargo, advirtió que si no era invitado, él llegaba sólo a apoyar a Manny Cruz, porque “es el hombre que está apoyando el merengue”. Así mismo, elogió el hecho de que haya llenado el Palacio de los Deportes de gente de todas las edades, sobretodo jóvenes.
Después de agradecer a los dominicanos por convertirlo en lo que es hoy en día y cumplirle el gran sueño de estar en un Palacio de los Deportes repleto de personas, aclarando que no lo llenó él, sino el merengue, Manny Cruz continuó su concierto con “Llegaste” y “Bailando contigo”, además de un homenaje a Sergio Vargas.
Su segundo invitado fue su hermano Daniel Santacruz, con quien interpretó “Dame una noche”. Mientras que, su siguiente invitado fue Elvis Crespo, desde la Isla del Encanto, Puerto Rico, con quien interpretó el merengue que tienen en colaboración “Imaginarme sin tí”.
Luego, entre canciones y canciones, el merenguero siguió llamando a tarima a su lista de invitados, por donde desfilaron Jandy Ventura, Eddy Herrera y Rakim & Ken Wey, con quienes interpretó “Te regalo amores”.
El dúo boricua destacó la grandeza del dominicano Manny Cruz, destacando que en él la “República Dominicana está bien representada”, por el gran talento que posee y el gran ser humano que es.
El cierre del concierto, que se produjo al filo de las 11:50 de la noche, no pudo ser mejor, pues la interpretación coreografíada de la canción “Santo Domingo” impregnó en los presentes el sello de la dominicanidad y el deseo de que el evento no terminara.