A dos décadas de su muerte, el legado de Celia Cruz sigue muy presente en la comunidad latina alrededor del mundo. Generaciones siguen bailando al ritmo de sus canciones y su famoso ‘Azúcar’, sobre todo en su país de acogida, Estados Unidos, donde es venerada como la Reina de la Salsa y pronto será inmortalizada como la primera afrolatina en aparecer en una moneda.
El rostro de la cantante cubana llegará a los bolsillos de los estadounidenses en forma de moneda de 25 centavos tras la recomendación de Ariana Curtis, directora de contenido del Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, ubicado en Washington, quien se inspiró en el “profundo legado” de la también llamada Guarachera de Cuba para someter la propuesta al programa American Women Quarters de la Fábrica de Moneda.
“Su impacto es multilingüe, es multigeneracional, es multinacional”, dijo Curtis a la Voz de América. “La salsa era un género dominado por hombres antes de Celia Cruz. Entonces viene esta mujer negra, cubana, que no era una presencia sutil. Ella era ruidosa, tenía una poderosa voz y presencia en el escenario, llamativos disfraces y pelucas, y creo que al ser ella misma, al presentarse con ese tipo de autenticidad, se ganó los corazones de todo el mundo”, enfatizó.
Orígenes humildes
Hoy nadie pone en duda la importancia de Celia Cruz en la música latina. La prestigiosa revista Rolling Stone la ubicó en el puesto número 18 en su lista de los 200 grandes cantantes de todos los tiempos y a su mítica “La vida es un carnaval” entre las mejores canciones de la historia.
Sin embargo, sus orígenes humildes no presagiaban este ascenso a la fama. Nacida Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso de la Santísima Trinidad en 1925, en La Habana; la pequeña Celia creció influenciada por varias corrientes de la cultura popular durante su niñez en el barrio obrero de Santos Suárez.
Su gran oportunidad le llegó cuando fue elegida para ser la cantante líder de la ya reconocida orquesta Sonora Matancera, con la que llegó a ser conocida como la Guarachera de Cuba. En su tiempo con la banda conoció al que sería su gran amor y único esposo, el trompetista Pedro Knight; y adoptó la que sería su marca, su inseparable grito “Azúcar”.
“El contexto social de su carrera está minimizado. [Celia] nació negra y mujer en la década de 1920 en Cuba. Vivió la mayor parte de su vida como una inmigrante de habla hispana y piel oscura en EEUU. La adversidad sistémica que tuvo que haber enfrentado fue inconmensurable y, sin embargo, su popularidad y talento siguen siendo inigualables”, agregó Curtis.
Símbolo de una cultura
Como miles de cubanos, Celia Cruz y Pedro Knight se exiliaron en EEUU tras la llegada al poder de Fidel Castro en la isla, al inicio de 1959. La pareja se asentó en Nueva Jersey, donde existía una vibrante comunidad de músicos latinos. En 1965, tras más de una década con la Sonora Matancera, Celia se aventuró en solitario en una carrera donde primó la evolución constante.
Aunque se la relaciona más con la salsa y la guaracha, Celia nunca se limitó a cultivar solo los géneros tradicionales e incursionó en ritmos tan variados como la rumba y el reggaeton. A su muerte, en 2003, era considerada un ícono no solo de la música, sino de la cultura y la moda. Sus pelucas y abigarrados vestidos marcaron a toda una generación.
A pesar de que en su natal Cuba, la música y la imagen de Celia han estado por años censuradas debido a su rechazo al gobierno, su presencia y carisma es especialmente palpable en la Pequeña Habana de Miami.
En el que está considerado como el corazón histórico del exilio cubano en EEUU, su imagen está plasmada en paredes, fotografías, anuncios, nombres de calles, una estrella en el Paseo de la Fama y más recientemente un gran mural a todo color en una de las esquinas que Celia frecuentaba.
La artista local, Alexandra Seda, conocida como Miss Lushy, fue quien por espacio de una semana se encargó de completar la obra. “Recuerdo que yo solía conducir por aquí y nunca veía un mural de Celia y lo encontraba raro porque es la Calle Ocho, y ella es, ya sabes: Celia”, recordó en entrevista con la VOA.
Seda trabajaba entonces en un taller en la Pequeña Habana y cada día echaba de menos una representación a gran escala de la cantante en el barrio. “Me dije: ¿sabes qué? Quizás yo soy la que debe pintar a Celia y entonces me lo tracé como un plan y de alguna manera se hizo realidad.”
En colaboración con negocios locales, organizaciones y autoridades de la ciudad de Miami el sueño de la artista se materializó. De padre chileno y madre nicaragüense, Alexandra es nacida y criada en Miami y reconoce que aunque no es cubana, “siente enorme respeto” por la herencia de la cultura isleña y lo que representa para la ciudad.
El tiempo que pasó pintando el mural lo recuerda como uno de los momentos más intensos y gratificantes de su carrera. “Aprendí muchas cosas, incluso que ella (Celia) compraba sus espejuelos en la Óptica López al cruzar la calle, y ellos me dijeron que estaban muy contentos de ver a Celia todos los días”, dijo.
“Creo que una de las experiencias más especiales mientras pinto murales es cuando conozco a las personas de la comunidad. Conocí desde las más jóvenes generaciones hasta las generaciones mayores, todos me hablaban de su música y cuán nostálgico era y lo magnífico que era verla aquí y definitivamente tuve una retroalimentación muy positiva de todas las generaciones y vi como unía a las personas”, contó Miss Lushy, quien recientemente inauguró otro mural en la Pequeña Habana en homenaje al cantante cubanoamericano Willy Chirino.
Para Seda es un “honor” haber plasmado la imagen de Celia en la Calle Ocho, por lo que ella significa para “todas las mujeres, las latinas”.
Celia en una moneda
La imagen de la Reina de la Salsa comenzará a circular en la moneda de 25 centavos de dólar estadounidense a partir de 2024. El programa American Women Quarters rinde homenaje a cinco mujeres cada año, a partir del 2022 y hasta el 2025, con el fin de resaltar a aquellas que han tenido contribuciones significativas a la historia del país.
“En el punto del programa American Women’s Quarters, esa historia incluye una diversidad de mujeres. Creo que Celia Cruz es solo una de esas mujeres cuyo impacto es tan profundo y generalizado que absolutamente necesita ser parte de esto”, apuntó Curtis.
Este reconocimiento sería también una muestra de “solidificación” del legado musical de Celia “como parte del tejido de todo un país”, dijo a la VOA Omar Pardillo, presidente de la Fundación Celia Cruz y exrepresentante de la artista.
“Celia vive en los rostros de millones de personas que escuchan su música y la adoran por ser un ícono de positivismo y luz. Este reconocimiento formal es un testimonio de su lucha y la fuerza para alcanzar nuevas alturas nunca antes imaginadas”, expresó Pardillo.
La música de Celia es una que expresa su realidad como migrante, una realidad con la que muchas generaciones de latinos se identifican en EEUU. “Su música trata sobre el exilio y la vitalidad de vivir la vida al máximo. Abrió las puertas a muchos que vinieron después de ella, y como ella seguirán dejando una huella que dará forma a la identidad real y valiosa de este país y, más allá, del mundo”, significó el presidente de la Fundación.
El diseño de la moneda será lanzado a mediados de este año. La curadora, quien ha dado recomendaciones para el diseño, aseguró que apenas ha visto borradores de la imagen final, sin embargo, uno de los aspectos más importantes que han tenido en cuenta es la variedad de estilos icónicos que vistió la cantante.
“No es solo que la apreciamos en nuestros hogares o en nuestras comunidades, sino que es realmente una forma de honrarla en el nivel que se merece”, concluyó Curtis.
Fuente: Voz de América.