En mayo de 1994 Michael Jackson y Lisa Marie Presley sorprendieron al mundo con un sobrio pero festivo comunicado en el que avisaban que se habían casado en República Dominicana en una ceremonia austera y solitaria.
Para aquel entonces Michael Jackson contaba con 35 años y atravesaba por el escándalo de ser acusado de molestar sexualmente a un niño de 13 años. Fue entonces cuando decidió casarse con Lisa Marie Presley, en la ciudad de La Vega.
La boda fue oficiada por el juez de la Segunda Circunscripción, Hugo Álvarez Pérez, quien reveló que el artista quería casarse en un avión sobrevolando el país, lo cual no procedía según las leyes dominicanas.
El 25 de mayo de 1994 el astro del pop y la hija del Rey, junto a sus representantes y abogados llegaron en un avión privado al aeropuerto de La Romana y se hospedaron en una villa de Casa de Campo.
Ese día el juez voló hasta allí para arreglar los últimos detalles y le hizo firmar la declaración jurada conforme a la Ley 659 del Estado Civil.
“Ese día los vi a los dos, a Jackson y Lisa Marie. El abogado me preguntó que si era posible celebrar la boda en un avión, ya que el artista quería casarse sobrevolando el país. Le respondí que era imposible, que las leyes dominicanas no lo estipulaban porque el país tiene circunscripciones diferentes, por eso, la boda había que hacerla en mi juridicción”, recordó el juez.
Entonces los abogados le exigieron un lugar privado y con estricta seguridad. Él pensó en la casa de un amigo en la montaña, a lo que se negaron porque querían absoluta discreción. Así que se decidió que el casamiento se realizaría en la casa del juez en la urbanización El Campito, en la ciudad de La Vega.
Cuando llegaron a la casa dos guardaespaldas se desmontaron y revisaron todas las habitaciones para asegurarse de que no había nadie.
Yo tenía acomodado todo en la sala de mi casa y comencé la ceremonia que se hizo en español, como lo establecen las leyes dominicanas y uno de los abogados iba traduciendo”.
Los periodistas buscaron precisiones, pero los protagonistas eran elusivos. Se recluyeron en Neverland, la fastuosa propiedad de Michael, que hasta contaba con zoológica propio. Entonces, la prensa recurrió a los familiares.
Priscilla Presley, la madre de Lisa Marie, no quiso dar declaraciones, aunque se la vio algo molesta, o desorientada.
En cambio en la familia Jackson, más populosa y desequilibrada en cuanto a fama y éxitos personales, siempre se encontró a alguien con una frase que asegurara un título contundente. Lo que algún hermano expresó fue lo mismo que muchos sentían. Parecía un matrimonio plástico, prefabricado. Una nube de sospecha sobrevolaba a la nueva pareja.
La primera aparición pública de la pareja fue en los MTV Awards de 1994. Un notable golpe de efecto. Un enorme telón dorado se abrió. Y entraron caminando, despacio, tomados de la mano desde el fondo del escenario. Los dos estaban de negro. Ella más sobria que él. Michael llevaba un brazalete rojo en su brazo y largas botas, también negras, que parecían las protecciones que cargan los arqueros de hockey en sus rodillas.
Michael saludó con su voz tenue y delgada. Desafió recordando a los que pensaban que la relación (“esto” dijo) no iba a durar y se atolondró sobre Lisa Marie y le dio un beso enérgico, torpe y sobreactuado.
Jackson y Presley se casaron en 1994, pero el matrimonio terminó dos años después y estuvo definido por numerosas apariciones en público extrañas, incluyendo un beso inesperado de Jackson durante los Premios MTV a los Videos Musicales y una entrevista conjunta con Diane Sawyer en la que ella defendió a Jackson contra las acusaciones de que había abusado sexualmente de un menor.