Dos grandes apellidos se unieron en una boda que fue calificada para muchos como `inverosímil´. El rey del pop, Michael Jackson, se casaba en 1994 con la hija del rey del rock, Elvis Presley.
El enlace llegaba poco después de que el intérprete de `Thriller´ fuera acusado por primera vez de presuntos abusos a un menor. Lisa Marie Presley años después relató en una entrevista a la revista Rolling Stone que se enamoró de Michael, debido a las muchas cosas que les unían.
Ambos tuvieron una infancia difícil, la prensa tras ellos todo el tiempo, y aunque en un principio no quiso saber nada del rey del pop, poco a poco fue cayendo en sus redes. Jackson tenía mucho interés en conocerla y la convencieron para tener una reunión con él.
En ese encuentro fue donde surgió el flechazo y después, a lo largo de muchas conversaciones telefónicas, su amor se fue haciendo más profundo. Él la habló de los problemas que estaba teniendo con la justicia por denuncias falsas por abuso infantil y ella intentó ayudarle. Ella creyó en su verdad y esto le llevó a darle el `sí quiero´.
“De inmediato él me explicó su versión de la historia, así que todo para mí se veía como una situación de extorsión. Yo le creí porque él era muy convincente. Entonces entré en esta cosa de ‘yo voy a salvarte’. Pensaba que toda esta cosa filantrópica que él hacía era maravillosa. Tenía la idea romántica en mi cabeza de que yo podía salvarlo a él y salvar al mundo juntos”.
Su vida marital apenas duró 20 meses, pues pronto llegó el desamor. Con el tiempo, ella se fue dando cuenta de los errores que había cometido y entre ellos estaba el haber dejado a su marido, Danny Keough para casarse a los tres meses con Jackson.
Este matrimonio no gustó nada a la madre de Lisa Marie, que no acudió al enlace. Poco a poco, la joven dejó de amar a Jackson y decidió romper su matrimonio. Ella se volvió a casar en dos ocasiones más, una de ellas con el actor Nicolas Cage.
Por su parte, Michael contrajo matrimonio con la enfermera Debbie Rowe, madre de sus hijos, con la que llegó a un acuerdo económico para que los pequeños estuvieran solo a su cuidado. A su muerte, sus tres hijos han intentado limpiar el nombre de su padre, que quedó ensuciado por las historias que algunos menores contaron sobre lo que pasaba dentro del rancho de Neverland.
Fuente: Marie Claire.