La hija mayor de Beyoncé y Jay-Z, Blue Ivy, acompañó a sus padres a la gala Wearable Art, dónde se realizó una subasta para recaudar fondos para el WACO Theater Center, propiedad de Tina Knowles.
Bajo la supervisión de sus progenitores, la niña levantó su paleta para pujar por el objeto más caro de todo el lote, unos pendientes de diamantes, diseñados por Lorraine Schwartz, que previamente había llevado su abuela Tina, cofundadora de la gala, y que habían pertenecido a su propia madre, la superestrella Beyoncé.
Según captaron las cámaras de algunos asistentes, los pendientes iban a ser para otra de las invitadas quien ofreció $80,000 por ellos, hasta que la pequeña saltó de su asiento y subió la oferta agitando su número.
“¡Es tan rica!” Puede oírse en una de las grabaciones, haciendo referencia a Blue Ivy. Su abuela, quien estaba en el escenario junto a la actriz Keke Palmer moderando las pujas, no pudo más que sonreír asombrada ante la ocurrencia de su nieta.