Una de las versiones del cuadro de Los girasoles, de Vincent Van Gogh, concretamente la que está expuesta en la National Gallery de Londres, se tiñó de rojo este viernes, luego que dos mujeres arrojaran dos latas de sopa de tomate Heinz.
Las responsables de dicha acción forman parte del grupo ecologista ‘Just Stop Oil’, que lleva quince días celebrando protestas contra el cambio climático y la explotación de yacimientos de combustibles fósiles en Reino Unido en otros puntos clave de la capital británica.
En su cuenta de Twitter, los activistas han publicado un vídeo del instante del suceso, acompañado de una reflexión “La creatividad humana y la brillantez se exhiben en esta galería, sin embargo, nuestro patrimonio está siendo destruido por la incapacidad de nuestro Gobierno para actuar sobre la crisis climática y el coste de vida”.
Un mensaje en línea con la proclama que una de ellas, identificada como la londinense Phoebe Plummer, de 21 años ha hecho frente a la célebre pintura: “¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Vale más que la comida? ¿Vale más que la justicia? ¿Qué nos preocupa más, la protección de una pintura o la protección de nuestro planeta y la gente?”.
El incidente ocurrió poco después de las 11 de la mañana, tal y como detalló la galería en un comunicado. A esa hora, dos mujeres entraron en la sala número 43, donde se expone la obra datada de 1888, y lanzaron el líquido.
Gracias al cristal protector, todo quedó en un susto, tal y como confirmó horas después en un comunicado la National Gallery. “Hay algunos daños menores en el marco pero la obra está ilesa”.
Tras esta acción, grabada y difundida en redes sociales por los cientos de visitantes que se encontraban en ese momento en el lugar, las activistas se han arrodillado y se han embadurnado las manos con pegamento.
La Policía arrestó a ambas mujeres, acusadas de daños dolosos y allanamiento agravado.
No es la primera vez que un incidente de estas características ocurre sobre una obra. A mediados de año, el Louvre vivió una situación parecida después de que un hombre lanzara una tarta contra La Gioconda. Antes, el cuadro de Da Vinci ya había sobrevivido a una taza, que fue lanzada violentamente contra el lienzo, a un spray rojo y a una piedra.