El rapero Kanye West abrió el domingo el desfile de Balenciaga, donde hombres con trajes de inspiración militar y mujeres con vestidos de gala caminaron entre el lodo.
Con una gorra debajo de la capucha, pantalón de cuero, chaqueta negra con múltiples bolsillos y grandes zapatillas deportivas, la estrella estadounidense y amigo del estilista georgiano de Balenciaga, Demna, inauguró el desfile en las afueras de París, lejos de los fastos de la Semana de la Moda de la capital francesa.
Su expareja y musa de Balenciaga, Kim Kardashian, estaba en primera fila de este espectáculo, oscuro y repulsivo, en un decorado de construcciones con un fuerte olor a fango.
Los hombres fueron las estrellas, ya fueran en pantalón corto y “bombers” negras o con un conjunto verde fluorescente.
Algunos de ellos llevaban accesorios, como un portabebés o bolsos de colores de aires infantiles.
Las mujeres, en cambio, lucieron una imagen glamurosa en esta desfile mixto al margen de la Semana de la Moda femenina de París.
Las modelos tuvieron que cruzar la fangosa pasarela con elevados tacones. Sus vestidos rosas, blancos o negros, con brillos y transparencias, contrastaban con los colores sombríos del decorado.
“Hagan el amor y no la guerra”, afirmó Demna en el catálogo de la muestra.
En marzo, el anterior desfile de prêt-à-porter de Demna, quien, de niño, huyó de Georgia en plena guerra con Rusia, fue un vibrante homenaje a Ucrania, que en aquel entonces acababa de ser invadida por Moscú.