Siendo las 9:00 de la noche, el cantautor mexicano, Marco Antonio Solís, salió al escenario de manera imponente a dar inicio a la primera función de su concierto, que tuvo que ser partido en dos para acoger a todos los fanáticos interesados en disfrutar del show.
La casa que le dio la acalorada bienvenida fue el Palacio de los Deportes, que pese a su magnitud estaba a toda capacidad.
Del fondo de un suspenso de más de 4 minutos y dominado por la algarabía del público, El Buki, como se le apoda en el mando artístico, salió con su popular canción no puedo olvidarla, siendo cantada por el público junto a él, que a la vez desvanecía su voz en los aplausos.
El espectáculo fue abierto por su hija Mar Solis, quien también se dedica al canto de la balada pop, pero con un toque urbano.