En medio de una semana donde el gran tema ha sido el funeral a la reina Isabel II, el periodista mexicano, Jorge Ramos, habló claro en su columna de opinión.
No se ha centrado en analizar la despedida interminable a la monarca, más bien esto le sirvió para abordar un tema que atañe a la historia de una de las instituciones más antiguas de todas.
El periodista mexicano compartió con firmeza su opinión sobre el papel que han desempeñado las casas reales a lo largo de su existencia, lo que contó, basado en hechos recogidos por los libros de historia, no ha sido precisamente ese cuento de hadas que muestran.
“Por un mundo sin reyes ni reinas”, tituló el artículo.
En él hace un repaso al currículum, no precisamente impecable, de los monarcas durante sus siglos en la corona. Situaciones más agravadas en tiempos pasados pero que, actualmente, siguen conservando matices no precisamente agradables.
“La historia es imborrable. La reina Isabel II de Inglaterra fue una gran representante de la tradición, continuidad y fuerza de la monarquía británica. Pero también fue el símbolo de un pasado de colonialismo, abusos y racismo de un poderoso imperio”, escribió.
Añadió que “en un planeta cada vez más diverso, multiétnico y multicultural, hemos educado a nuestros hijos e hijas a luchar por lo que quieran, no a pensar que se lo merecen por herencia o por nacimiento. Es la meritocracia y el premio del esfuerzo como objetivo, a pesar de las enormes desigualdades y desventajas con que crecen millones de personas”.
Su análisis muestra con datos objetivos cómo a pesar de que una mayoría de personas mayores 65 años sigue apoyando estos títulos, los jóvenes entre 18 y 24, ocupan la posición contraria.
El fallecimiento de Isabel II, a quien Jorge reconoce su desempeño, abrió un debate que lleva años encima de la mesa. ¿Hasta qué punto son necesarias y rentables las monarquías?
Jorge resaltó cómo sus pueblos rechazan a quienes se sienten divinamente superior al resto. Lo han vivido en primera persona durante épocas de la independencia y sangrientas dictaduras, algunas todavía hoy vigentes.
Con la frase “todos los seres humanos fueron creados iguales”, del Acta de Independencia de Estados Unidos, Jorge lo dice prácticamente todo.
“Estoy convencido que un mundo sin reyes y reinas es mucho mejor. Más libre, más democrático, más diverso, más igualitario. Hay que apostar por el mérito, el talento y el trabajo, no por la herencia. Por nuestros hijos y por las nuevas generaciones, ya es hora que empecemos a contar los cuentos al revés”, concluyó.