No hay ninguna evidencia científica que demuestre todos los supuestos beneficios de comer la placenta
Santo Domingo.- En los últimos años las noticias de famosas que se convierten en madre y toman la decisión de comer sus placentas ha acaparado la atención de muchos que se preguntan si es una practica tan saludable como se rumora.
La placentofagia, como se conoce científicamente, es a la conducta de comer la placenta y otros restos del parto, generalmente practicada por la madre al finalizar aquel. Está presente en las hembras de la mayoría de especies de mamíferos placentarios, incluyendo los herbívoros. Las excepciones son el ser humano, los cetáceos, algunos pinnípedos, y los camélidos.
La ginecobstetra Jen Gunter que ejerce la medicina en California, en un artículo para The New York Times donde escribe con regularidad una columna sobre la salud reproductiva de las mujeres, explica que las placentas suelen estar colonizadas por bacterias. Muchas están infectadas. Como regla general, es mejor no comer algo que tal vez esté atestado de bacterias, sobre todo si muchas de ellas pueden ser patogénicas (es decir: pueden causar enfermedades).
Esta practica se populariza tras los mitos de que es una práctica antigua, el grito de guerra de “¡Los mamíferos lo hacen!” y el aumento en la productividad de leche materna. Lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica que demuestre todos estos supuestos beneficios.
Si bien no está claro exactamente cuándo inició la práctica moderna de la placentofagia, entre los primeros reportes que hay en la literatura médica tenemos uno de 1973. Se trata de una experiencia narrada en la revista Rolling Stone en 1972, sobre un parto en una comuna, donde cocinaron al vapor la placenta después del nacimiento y luego se la comió la madre y la “compartió con amigas”.
Gunter apunta que parece lógico pensar que, si la placenta tuviera algún valor nutricional, históricamente las mujeres se la habrían comido después de dar a luz, sobre todo en época de hambrunas, pero no hay informes que lo reporten.
Agrega que aunque es cierto que da oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo, ningún otro animal tiene una placenta tan demandante. “Las mujeres tienen el revestimiento uterino más grueso de todos los mamíferos, así que, para tener acceso al flujo sanguíneo, la placenta del humano debe ser muy agresiva; imaginen una carrera armamentista en términos evolutivos (una que puede provocar complicaciones muy serias, como la preeclampsia)“, manifiesta la experta en su articulo.
En Estados Unidos, por ejemplo, país en el que se puso más de moda después de que varias famosas anunciaran que la habían ingerido, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades -la agencia de salud pública del país- advirtieron que cualquier de estas formas de preparar la placenta no elimina por completo la presencia de bacterias y virus infecciosos que puede contener este órgano y causar una enfermedad grave en la madre.
La aleta se realizó después de que hubo un caso de un recién nacido lactante que se infectó del estreptococo del grupo B después de que la madre tomó píldoras de placenta y se contagió por esta vía. Posiblemente fue la leche materna la vía de contagio, causando un peligro importante para la vida del bebé.
Se cree que la leche materna estaba infectada por la bacteria estreptococo del grupo B que la madre contrajo al ingerir su placenta infectada. El estreptococo del grupo B puede causar enfermedades graves en los recién nacidos. De hecho, se realizó un estudio que ratificó esta posibilidad, al concluir que ingerir placenta podría contribuir a la infección por estreptococos del grupo B de aparición tardía.
Famosas que han ingerido su placenta
La ultima famosa que incurrió en esta practica es Eva Luna Montaner, tras a luz a su primogénita Índigo que concibió junto el cantante Camilo.
“A mi esposa se la encapsularon y se la comió”, reveló Camilo durante su ultima entrevista.
“Mi esposa dio a luz en la casa y la doula (especialista en partos fuera del hospital), que es la que preparó todo, nos preguntaba qué queríamos y nos ofreció toda la gama de posibilidades”, dijo Camilo.
Jennifer López ha experimentado con la placenta del parto de sus mellizos. La ‘Diva del Bronx’, se ha comido su placenta también en cápsulas y también decidió ponerla sobre su piel. De acuerdo a los datos la artista pagó costosos tratamientos faciales con su propia placenta para mantener su bella piel, además asegura que esta es una excelente fuente de juventud.
La ex- RBD Anahí la consumido en batidos y reveló que consumir la placenta le trajo muchos beneficios, especialmente con la recuperación post parto, pues según la intérprete ayuda a contraer el útero rápidamente, además de llevar una gran cantidad de vitaminas.
Kim Kardashian comenzó a usar este curioso método luego del nacimiento de su segundo hijo Saint West. Kim consumió en pastillas su placenta deshidratada para evitar la depresión postparto, según la artista, otra de las virtudes que tiene es que aumenta la energía y la vitalidad de las hormonas femeninas: “Cuando digo que me ‘he comido mi placenta’, me refiero a que la estoy consumiendo deshidratada y convertida en una pastilla, no es que la haya frito y me esté comiendo como un filete algo que ha pensado mucha gente”.
La cantante y actriz Hilary Duff usó un extraño método para consumir su placenta, la artista no la quiso transformar en pastillas, sino que la puso en pequeños cubos de hielo y decidió conservar algunos pedazos en un frigorífico familiar para futuros batidos. Hilary suele tomar un poco de su placenta con la pulpa de sus frutas favoritas: “el smoothie más delicioso que jamás ha tomado”.
La actriz Marlene Favela explicó que las cápsulas de placenta le ayudan a estar saludable luego del parto, además ha dicho que la placenta en cápsulas facilita la recuperación del cuerpo. En un video que compartió indicaba las razones por las que no aconseja comer placenta cruda o tomarla en batidos: “Recuerden que cuando somos mamás y tenemos la fortuna de amamantar, perdemos calcio y hierro… las cápsulas de su placenta ayudan a que el cuerpo no se debilite”.