La estrella pop británica Harry Styles, se apresta a lanzar el viernes su tercer álbum, “Harry’s House”, un compendio con sintetizadores vibrantes y acústica suave para complementar las letras de su disco más íntimo hasta el momento.
Quien fuera el rompecorazones de la banda One Direction para adolescentes se convirtió en un rompecorazones para todos. El álbum muestra las habilidades de composición cada vez más perfeccionadas de Styles.
“Siento que es una especie de colección de todas mis cosas favoritas y se parece mucho al álbum que siempre quise hacer, así que estoy muy feliz”, dijo Styles después de presentarse el jueves en el escenario del programa “Today” montado en la Rockefeller Plaza de Nueva York.
“Definitivamente es el disco más personal que creo haber hecho”, agregó. “Obviamente, la pandemia y todo se sumó a la forma en que se hizo. Fue hecho por unas pocas personas en una habitación pequeña”.
“Creo que es lo más libre que me he sentido haciendo música”.
Nacido en Inglaterra, Styles saltó a la fama como parte del grupo One Direction, que reinó entre 2010 y 2016 y sigue siendo una de las bandas de chicos más vendidas de todos los tiempos.
Styles lanzó su primer álbum en solitario en 2017 y saltó a la cima de las listas, y luego siguió con “Fine Line” en 2019, que también fue un rotundo éxito comercial.
Y mientras crece su carrera como solista, se ha convertido en un cantante melódico con carisma y compasivo que lo han convertido en un campeón de la inclusión.
Tímido, sexy, modesto y glamuroso
Después de la oda apenas velada al cunnilingus que dio con el éxito de su segundo álbum “Watermelon Sugar”, las referencias más lujuriosas del artista en “Harry’s House” incluyen sueños húmedos, orgasmos, asfixia erótica y senos.
Se cree que Styles está saliendo con Olivia Wilde, quien lo eligió para el próximo thriller psicológico “Don’t Worry Darling” que ella dirige.
“Traigo el pop al cine / Tú haces pop cuando estamos en la intimidad”, canta en el estribillo de la canción “Cinema”, una balada que parece hacer referencia a su relación con ella.
Pero a pesar de todas sus letras sugerentes, Styles, cuyo ascenso al estrellato fue paralelo a un creciente escrutinio sobre la forma en que los artistas son acosados por sus vida personal, prefiere mantener sus asuntos privados en privado.
Ha enfrentado preguntas sobre su sexualidad y su vida amorosa durante años, pero en una entrevista reciente dijo que encuentra “obsoletas” esa clase de preguntas.
“El objetivo principal de hacia dónde deberíamos dirigirnos, que es aceptar a todos y ser más abiertos, es que eso no importa”, dijo a Better Homes and Gardens en una entrevista publicada el mes pasado. “Se trata de no tener que etiquetar todo, de no tener que aclarar qué casillas estás marcando”.
Esa postura funciona para Styles, cuya consumada simpatía quedó plenamente expuesta cuando encabezó el festival de Coachella del mes pasado, vistiendo un mono multicolor con forma de bola de discoteca que dejaba su pecho al descubierto, mostró su nueva música ante un mar de fanáticos gritando con sus hormonas confundidas.
“Es grande aquí, ¿no?” bromeó, apoyándose en el encanto con el que impregna su música: tímido pero sexy, modesto pero glamuroso… una estrella pop moderna en la cima del mundo.