Crítica de José Rafael Sosa
Judith Rodríguez se establece como máxima figura femenina de la actuación en cine, respaldada por un elenco secundario, integrado nuevas figuras de la actuación.
El enorme riesgo de un proyecto de cine como Rafaela, es caer en un panfleto.
No basta que la sola intención sea denunciar el maltrato infantil, la pobreza, el hacinamiento la violencia contra la mujer, la violencia asociada al microtráfico, la omnipresente relación tóxica ofrecida por los hombres a las mujeres, si no se cuenta con el talento para elevar esos contenidos a un marco artístico estéticamente bien logrado, a un nivel técnico respetable y con una paleta de actuaciones que transmitan con verosimilitud el concepto tratado.
No es suficiente el deseo de llevar un mensaje social revolucionario y renovador. Si no se hace con criterio, dando el máximo de los talentos y recursos, no vale la pena haberse tomado diez para realizar una película digna y memorable, tal cual resulta ser este título.
Es eso lo que hace la diferencia: Rafaela sensibiliza e impacta en la percepción y la conciencia de su espectador, razón por la cual debe ser vista sobre todo por los jóvenes.
Rafaela, drama de trasfondo social que inauguró anoche el Festival de Cine Fine Arts Hecho en Casa 2022, ratifica el valor del nuevo cine dominicano, responsabilidad casi exclusiva de jóvenes talentos de la dirección y la actuación.
La primera condición que aporta al éxito de Rafaela es el cuidado en su desarrollo dramático del guión, seguido por las actuaciones, en particular de una Judith Rodríguez que muestra sentimientos y recursos expresados al extremo. Se siente que vive cada escena y en especial, en la ultima.
La película, cuya exhibición fue precedida por el acto de apertura del Festival es una producción realizada con capacidad, sentido estético y compromiso social, que nos sobrecogió el logro de sus escenas, convincentes y realistas, la perfección de sus escenas de acción, (en la cual se usaron dobles de riesgo, una técnica de escaso uso en nuestra cinematografía), la intensidad de sus interpretaciones y sobre todo la escena final, lograda con un verosimilitud pocas veces logradas para una película dominicana.
En tanto thriller de acción, Rafaela es expresión de constancia por parte de sus gestores que estuvieron diez, casi once años, a partir desde el momento en que Judith Rodríguez concibió la idea, realizó el corto y que se pensara en hacer en un largometraje.
Otro aporte de Rafaela, es que ha ofrecido un espacio para visibilizar el nuevo talento actoral de parte de los jóvenes, Esmaylin Morel, Luinis Olaverria, Anderson Mojica, Diego Yunez, Marissabel Marte, (que nos impactó con su rol de madre adicta) Nicole Pujols, Frailyn Morillo y Eduard Diaz quienes logran elevar la efectividad interpretativa del drama, sustentados por la actuación de los veteranos: Gerardo Mercedes, Manuel Raposo, Hony Estrella y Danilo Reynoso.
Rodada en el sector de Capotillo pudo ser realizada tras muchos afanes en lograr financiamiento y apoyo, sobre todo en su etapa de post producción, en la cual tuvo un papel determinante Panamericana y su director Archie López.
Rafaela tendrá algunos pases para el público general a partir de hoy jueves 28 cuando se inician las funciones en el II Festival de Cine Fine Hecho en Casa y luego irá a cartelera ordinaria.
No se le ocurra dejar de verla, en especial si alguna vez ha dicho: “Yo no veo cine dominicano”.