Sofía Jirau saltó a la fama tras convertirse en la primera modelo de Victoria’s Secret con síndrome de Down. ¿Cómo logró la puertorriqueña el éxito?, ¿quién está detrás de su fama?
Tras la muerte de su tía, que padecía síndrome de Down, la empresaria Alessandra Correa se dio a la tarea de ayudar a quienes padecen esta afección genética causada por un cromosoma extra. “Mi tía no tuvo tantas oportunidades en la vida, veníamos de una familia de campo y me quedé con la incógnita de cómo hubiera sido su vida [si la gente la hubiera] visto con otra perspectiva”, cuenta la puertorriqueña.
Guiada por ese espíritu contrató a la joven Sofía Jirau en su empresa Inprende, que tiene una misión social dedica a empoderar a miembros de sectores sociales a los que se les presta poca atención. “De pronto llega esta rubia impresionante diciendo: ‘Hola soy Sofía Jirau y vengo a trabajar aquí, ¿dónde está Alessandra Correa?”.
Sin poder creer lo que tenía ante sus ojos, Correa inició la entrevista como si se tratara de cualquier otro candidato. “Me dijeron que tenía que tratarla sin ninguna lástima”, cuenta la empresaria, quien encontró a Jiaru gracias a una fundación de la Isla del Encanto.
“Sofía me dijo: ‘Yo ya sé que en Inprende se hacen los sueños realidad de las personas, así que ¿en dónde firmo?’. Yo voy a firmar que voy a trabajar en tu empresa, pero tú me tienes que prometer que vas a trabajar para mi sueño”, recuerda Correa. “¡No podía creer esto! Me dijo: ‘Yo voy a conquistar el mundo, quiero ser modelo y con mi ejemplo quiero inspirar a otras personas'”.
Así fue. Ni lenta ni perezosa y con el apoyo de Correa, de sus padres, Francisco Jirau y Mimi González, y sus tres hermanos: Paola, de 26 años; Ignacio, de 23; y Rodrigo, de 21; Sofía logró su objetivo de convertirse en modelo profesional.
“Todo el mundo me quiere y me ama”, dice con orgullo Jirau, quien desde que nació es parte de la Fundación Puertorriqueña Síndrome de Down, en donde realiza diversas actividades lúdicas y tiene acceso a terapias. “A mí me gusta mucho de mí que yo hago de todo. No me pongo límites, ni por dentro, ni por fuera. No hay que ponerse límites”.
De hecho, ese ímpetu fue el que llevó a Correa a impulsar a Sofía para que lograra su meta de ser modelo profesional. Juntas crearon la marca de la joven Alavett -que es la forma en la que Jiaru pronuncia I love it- y gracias al apoyo de diversos medios de comunicación puertorriqueños, la marca Victoria’s Secret cayó rendida a los encantos de la ojiverde y la convirtió en una de las modelos de la marca.
“El correo de Victoria’s… llegó en diciembre 15, en la madrugada. Al principio pensé que era un spam. Me escribió la casting director y me dijo: ‘La queremos en los Ángeles este viernes'”, recuerda Correa, quien junto a los padres de Sofía viajó a la metrópolis californiana y logró materializar el primer sueño de su pupila.
“Hubo marcas que la veían con lástima, y eso me inquietaba. Me tomó cuatro años hacerles entender que a ella hay que pagarle por lo que vale, no porque es una donación o le estoy haciendo un favorcito a ella. Creo que la oportunidad de Victoria’s Secret nos ayudó a lograr eso”.
La realidad es que gracias a su participación en esa campaña, el nombre de Sofía Jirau se ha hecho conocido. La joven desfiló en recientes pasarelas en Nueva York, Los Ángeles y modeló para diversas marcas en Francia e Italia. “Cuando yo era pequeña dije que quería ser modelo”, resalta Jirau con una gran seguridad. “También quería ser empresaria para tener mi marca”.
Esa convicción fue heredada de sus progenitores. “Desde que Sofi nació, mi mamá se puso la meta de nunca tratarla como alguien diferente”, apunta la hermana mayor de Sofía, Paola, quien se encarga de vestir y maquillar a su hermana.
“Si algo se le hace difícil, se le ayuda. Pero ella lo hace, nunca es de ‘yo te lo hago’, eso hizo que ella creciera. Ella nos vio y todo lo que nosotros hacíamos, ella lo hacía. Por ejemplo, teníamos que aprender a lavar los platos, nosotros lo hacíamos a la primera, tal vez a ella le llevaba [más tiempo] entenderlo, pero lo hizo. Ahora ella es muy independiente”.
Criada en el seno de una familia trabajadora (su mamá es ama de casa y su padre es un empleado del departamento de distribución del diario Un nuevo día en Puerto Rico), Jirau siempre sobresalió gracias a su carisma.
“A mi familia [y a mí] nos gusta hacer de todo”, dice la modelo, a quien le encanta visitar la finca de sus abuelos, comer tacos al pastor, salir de fiesta con su hermana mayor o ir a surfear con su hermano menor, Rodrigo. Con Ignacio, su hermano mayor y quien estudia fuera de Puerto Rico, siempre comen juntos cuando está de visita en casa. “La pasamos brutal”.
Además de las tertulias en familia, la modelo lleva un régimen de dieta y ejercicios constante. “Mi mamá siempre quiso que Sofi se mantuviera en forma por su salud y a ella le encanta entrenar. Hace gimnasio todos los días, crossfit pero sin tanto peso”, cuenta Paola. “porque los niños con síndrome de Down tienden a tener sobrepeso y tienen problemas cardiovasculares. Sofía fue operada del corazón en el 2014”.
Según el doctor Juan Rivera, los bebés en general tienen aproximadamente un 1 por ciento de posibilidades de nacer con un defecto congénito en el corazón. “Cuando se trata de un recién nacido con síndrome Down, ese riesgo aumenta a un 50%”, asegura el galeno. “Los defectos tienen que ver con anomalías en las recámaras del corazón y la conexión entre las mismas. Un porcentaje significativo de los pacientes necesitan cirugía de corazón”.
Si hablamos del corazón de Sofi, además de sano, está ocupado por el amor de su familia, sus amigos y de su novio Cristopher, con quien la modelo mantiene una relación sentimental desde hace dos años.
“Lo conocí en en una actividad de la fundación, nos sentamos juntos, teníamos cosas en común y me enamoré a primera vista”, confiesa Jirau de su pareja, que también tiene síndrome de Down, es chef y vive solo en Puerto Rico. “Después de ahí me escribió a los doce de las noche, y me dijo que si quería ser su novia y desde ahí para siempre juntos”.