En sus últimas apariciones ha tenido que utilizar una silla, ya que no puede permanecer de pie por más de unos minutos
Tras una larga carrera de más de medio siglo, específicamente 55 años, Phil Collins le dio el último adiós a sus seguidores el sábado en el O2 Arena de Londres. El músico, que nació en la capital británica el 30 de enero de 1951, arrastra desde hace un tiempo importantes problemas de salud que, finalmente, le han obligado a bajarse de forma definitiva de los escenarios.
Collins, el hombre detrás de éxitos como ‘Another Day in Paradise’ o ‘In the air tonight’, bromeó con el público que lo acompañó en un sentido evento, diciendo, por ejemplo, que ha llegado la hora de «encontrar un trabajo de verdad».
«Esta es la última parada de nuestra gira, y es el último espectáculo de Génesis. Después de esta noche, todos tendremos que conseguir trabajos de verdad», aseguró.
Collins, que además de cantante es también productor, compositor, actor y baterista, padece una dolencia en los nervios del cuello y de la espalda, de la que ha sido operado, que le impide tocar la batería y el piano, y además necesita un bastón para caminar. Además, en sus últimas apariciones en directo ha tenido que utilizar una silla, ya que no puede permanecer de pie por más de unos minutos. A esta lesión se le suma un daño permanente en el páncreas tras sufrir pancreatitis aguda en el 2012.
En declaraciones al tabloide ‘The Mirror’, el músico aseguró hace tiempo que aunque su salud le obligó a cambiar el programa de sus conciertos, «la audiencia seguía escuchando y respondiendo».
Sus últimos años no han sido fáciles. Además de sus problemas de salud, se divorció de su tercera esposa, Orianne Cevey, que se mudó a Miami con sus dos hijos. El compositor se entregó entonces a la bebida, aunque ahora, asegura, ya está recuperado: «Soy bastante capaz de tomarme dos o tres copas de vino, decir buenas noches y marcharme».
En este último espectáculo, Collins compartió el escenario con sus compañeros de la banda de rock Génesis , Mike Rutherford, de 71 años, y Tony Banks, de 72. Los tres recibieron una larga y calurosa ovación de pie. La banda, de la que también formaron parte en su momento Peter Gabriel y Steve Hackett, ambos de 72 años, alcanzó la fama en la década de los setenta y desde entonces han formado parte de la vida de gente de todas las edades.
Esta pequeña gira de despedida llamada ‘The Last Domino?’ (‘¿El último dominó?’), la primera en 14 años, estaba prevista para finales del año pasado, pero varios casos de Covid-19 hicieron que fuera re programada. Entre el público estaba la hija del compositor, Lily Collins , protagonista de la famosa serie de Netflix ‘Emily en París’, que en un ‘post’ en su cuenta de Instagram declaró: «Esta noche marca el final de una era» y es «un evento que guardaré en mi corazón para siempre». «Gracias @genesis_band por los recuerdos, gracias papá por ser una gran inspiración y gracias @nic_collins por hacerme la hermana más orgullosa que existe». Y es que su hermano Nic Collins fue quien tocó la batería durante el ‘tour’.
Fuente Externa