El semanario de noticias del norte de la India “Khabar Lahariya” y su plantilla editorial, formada exclusivamente por mujeres de castas bajas, ha despertado el interés de Hollywood gracias al documental nominado a los Óscar “Escribiendo con fuego”, dedicado a ellas.
Esta película de producción india, dirigida por la pareja Rintu Thomas y Sushmit Ghosh, ya recibió dos premios en el festival de Sundance de 2021.
“Es una historia muy inspiradora, una historia de mujeres que da esperanza”, dijo el director a la AFP en el preestreno en Los Ángeles. “Es muy fuerte, poderosa, sobre todo en el mundo actual, lleno de desconfianza hacia los medios”, añadió.
Procedentes todas de castas bajas, las reporteras y trabajadoras de “Khabar Lahariya” (“Olas de información”), fundado en 2002 en el estado de Uttar Pradesh, cubren temas que van desde el robo de vacas hasta la corrupción local, así como las violaciones y otros tipos de violencia contra las mujeres.
Estas mujeres comprometidas han logrado ganarse el respeto de autoridades, familiares y audiencia mostrando una determinación obstinada y poniendo el foco en información local a menudo ignorada por los principales medios indios.
“Salir de casa fue un gran desafío”, explica a la AFP Geeta Devi, una de estas periodistas. “Tuve que pelear muchas veces. Mi padre estaba totalmente en contra. Me dijo: ‘No puedes hacer este trabajo, no es para mujeres'”, continúa.
“Prisma feminista”
Geeta Devi pertenece a la comunidad dalit, situada en la base del implacable sistema de castas que rige la sociedad india.
Aunque que en teoría se abolió la discriminación institucional hacia los dalit, una vez llamados “intocables”, aún tienen menos derechos que otros miembros de la sociedad, y sufren estigmatización, humillaciones y abusos.
En Banda, a pocas horas en coche del Taj Mahal, Geeta Devi recoge el testimonio de una mujer abocada a la miseria desde que fue abandonada por su marido.
La noticia de la presencia de la periodista se ha difundido rápidamente y las mujeres de los alrededores acuden en masa con la esperanza de que Geeta Devi escuche y escriba sus quejas, en particular contra el municipio, la falta de agua potable, las alcantarillas obstruidas…
La reportera dice que está orgullosa del tratamiento de la información con “prisma feminista”.
Para Meera Devi, una de las editoras, de 35 años, se trata de dar voz a los excluidos de la India.
“Cuando lucho por los derechos de las minorías, los pueblos tribales y otros grupos marginados de la sociedad, cuando estas personas son escuchadas y se les hace justicia, me siento muy satisfecha”, dice esta mujer apasionada por su misión.
Su trabajo ha llevado a ladrones a la cárcel y ha obligado a los funcionarios a hacer su trabajo y servir a la comunidad.
“Los hombres aquí no están acostumbrados a ver mujeres poderosas, especialmente en un campo como el periodismo. Pero estamos revirtiendo la tendencia”, afirma. “Si se da oportunidades a las mujeres, somos capaces de todo”.