En la primera década del nuevo milenio, Jessica Alba se convirtió en una actriz popular en Hollywood. Su nombre apareció en carteles como el de “The Fantastic Four” o “Sin City”, ambas en 2005, pero, en un buen momento profesional, desapareció de Hollywood y se lanzó al mundo de los negocios.
Vino al mundo en California, en 1981. Sus padres, Mark y Cathy, se habían conocido jóvenes y se casaron siendo adolescentes. Antes de que su padre, que sirvió en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, aparcase su carrera militar y pusiese en marcha una inmobiliaria, la familia se trasladó varias veces. Jessica Marie Alba había pasado por 11 escuelas antes de cumplir 12 años, según publicó la revista Elle en 2008.
Aparte de por las mudanzas, su infancia estuvo marcada por problemas de salud, como asma, alergias o complicaciones de riñón.
“Mi vida fue dura cuando era niña. Estaba tan sola”, dijo en una entrevista en Glamour en 2014. “Y me sentí realmente desconectada de mis amigos, porque pasaba mucho tiempo en el hospital con adultos donde me sentía un bicho raro. Es una forma extraña de pasar el tiempo de pequeño, cuando todo lo que quieres hacer es jugar”, añadió.