Una opera prima, Las Niñas, ha sido elegida como la Mejor película en la 35ª edición de los premios Goya, celebrados este sábado en el Teatro del Soho Caixabank de Málaga en un formato híbrido, con los nominados desde sus casas, debido a la pandemia.
La cinta de Pilar Palomero —que se llevó tres galardones más: Mejor dirección novel, guión original y fotografía— y Akelarre, que resultó la más premiada de la noche, con cinco estatuillas, se impusieron a la que partía como favorita, Adú. La película de Salvador Calvo logró 13 nominaciones que solo se tradujeron en cuatro cabezones.
Patricia López Arnaiz se llevó la estatuilla a Mejor actriz por Ane, mientras que su homólogo masculino fue Mario Casas por No matarás. El actor, en lugar de un Goya —este año ninguno de los ganadores pudo levantar uno— lució durante su conexión una figura de un Iron Man que uno de sus hermanos le dijo que le regalaría si ganaba.
La gala, de dos horas y 20 minutos de duración, muy por debajo de las de años anteriores, ha estado marcada por todas esas conexiones y ha dejado algunas anécdotas y reivindicaciones. Esto es todo lo que dio de sí la noche:
Vestidazos y mascarillas
De obligado formato reducido por la pandemia, la alfombra roja solo la pisaron quienes tenían encomendado entregar un premio o quienes iban a actuar durante la ceremonia. El desfile de estrellas, todas con su mascarilla —algunas a juego con el vestido, como la de María Barranco, otras más peculiares, como la de Nawja Nimri— estuvo amenizado por entrevistas y conexiones, aunque supo a poco.
Alfombra roja de los Goya 2021VE LA GALERÍA
Una de las más laureadas fue la cantante Aitana, que puso de acuerdo a Twitter en su veredicto: estaba espectacular vestida de Versace. Muchos espectadores alucinaron también (pero no para bien) con el estilismo de Hiba Abouk.
Silencio por las víctimas y guiño a los sanitarios
Antonio Banderas, el presentador junto a María Casado, abrió la noche con un impactante conexión con todos aquellos que deberían haber estado presencialmente en la ceremonia y con un aún más impactante “instante de reflexión y silencio por todas las personas que han sido y siguen siendo hoy víctimas de la pandemia”.
La organización tuvo además un gran gesto hacia quienes lo han dado todo por los demás durante la pandemia, los sanitarios. No eligió a ninguna gran estrella para entregar el Goya más codiciado, el de Mejor película, sino a una enfermera. Ana María Ruiz, creadora de la biblioteca Resistiré en el hospital de campaña de Ifema.La historia de la enfermera que entrega el Goya más importante de la nocheAna María Ruiz fue la creadora de la biblioteca Resistiré en el hospital de Ifema.ElHuffPost / Paula M. Gonzálvez / 6 mar
Reparto exprés
Tras el monólogo de apertura de Banderas, a toda velocidad —y a mucha: los ganadores cumplieron con la brevedad y, sorprendentemente apenas hubo problemas técnicos— empezaron a caer los premios técnicos, con el primer momentazo, como cuando durante el agradecimiento todas las miradas las acaparó un despiste.
Pronto llegó también la primera sorpresa cuando Jone Laspiur se llevó el Goya a la Mejor actriz revelación por Ane, arrebatándoselo a la nueva chica Almodóvar, Milena Smith.
En el apartado masculino, el agraciado fue Adam Nourou por Adú, que hizo historia al convertirse en el primer actor negro en hacerse con un Goya. Por su parte, Pilar Palomero logró el de Mejor dirección novel y Mejor guión original por Las Niñas.
Más historia: Daniela Cajías se convirtió en la primera mujer en ganar un Goya a la Mejor dirección de fotografía por Las Niñas. Los premios a Mejor Actor y Actriz de reparto fueron a parar a Alberto San Juan por Sentimental y a Nathalie Poza por La boda de Rosa.
Esa velocidad en el reparto se sostuvo durante toda la noche, solo interrumpida por breves interludios, como las actuaciones musicales o el discurso de Mariano Barroso, presidente de la Academia.
Reivindicaciones feministas
Protagonistas fueron también las lágrimas de la cantante Rozalén al llevarse el Goya a la Mejor canción original por Que no, que no de La boda de Rosa. Emocionada, se acordó del 8-M durante su agradecimiento: “Las casas están llenas de rosas, de mujeres cuidadoras […] este año, aunque no nos dejen, desde nuestras ventanas podemos seguir reivindicando”.
Mabel Lozano triunfó con su discurso de agradecimiento tras ganar en la categoría de Mejor Cortometraje Documental por Biografía del cadáver de una mujer, sobre una mujer asesinada por su antiguo proxeneta: “Este premio es muy importante para poner voz a miles de mujer y niñas víctimas de trata sexual […] Tú solo ves la desnudez de sus cuerpos, míralas, míralas bien, de lo que están desnudas es de derechos”.
Mensaje al PSOE
Otro de los momentos de la noche lo dejó el actor Alberto San Juan que, al agradecer su cabezón por al Mejor actor de reparto gracias a su papel en Sentimental quiso dirigirse directamente al PSOE.
“Los derechos humanos no pueden ser a la vez bienes de mercado con los que se especule […] Y las casas, la vivienda, tener un hogar, es un derecho humano muy básico. Muchas gracias”, dijo.
Un olvido que no fue tal
La cantante Vanesa Martín homenajeó con su voz a las personas del mundo del cine que fallecieron en el último año. Mientras ella cantaba, los espectadores podían ver en pantalla los rostros de quienes se fueron y, a través de Twitter muchos se congratularon de que figurara Carmen de Mairena.
Su nombre se convirtió en trending topic, al igual que el de Rosa María Sardà, pero porque muchos creyeron que la Academia se había olvidado de ella —cuando ganó dos cabezones y se encargó de presentar una de las galas más celebradas que se recuerdan—. La organización lo explicó en Twitter: fue un deseo expreso suyo el no ser incluida.
Y un ‘tierra, trágame’
Nathalie Poza se llevó el premio a Mejor actriz de reparto por La boda de Rosa. La actriz competía con otros pesos pesados como Juana Acosta, Verónica Echegui y Natalia de Molina. Precisamente una amiga de esta última se convirtió en una estrella de las redes sociales por su confusión en el momento del anuncio de la ganadora.
Se pensó que se lo habían dado a su amiga y se puso a dar saltos de alegría. De Molina, rápidamente, la sacó del plano al darse cuenta y comenzó a partirse de risa, en lo que fue uno de los momentos con más humor de la sobria noche.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es