Tras una pausa de seis años, los hermanos de Nueva Jersey volvieron maduros, casados, millonarios y peleados con Demi Lovato.
Recorrieron kilómetros de rutas estadounidenses a bordo una de una camioneta junto a su padre y el staff que los acompañaba para trabajar en los shows. Nick, Joe y Kevin dejaban en casa a su madre y a Frankie, su hermanito menor. Los Jonas Brothers tocaban en gimnasios, eventos religiosos, patios de escuela, ferias regionales. En algunos lugares causaban furor, en otros llegaron a abuchearlos y a lanzarles botellas de agua mineral. Eran los primeros 2000 y todavía nos habían sido tocados por la varita mágica de Disney, tampoco habían tenido novias famosas, ni peleas mediáticas, no se habían hartado de estar juntos, pero ya tenían un destino de estrellas.
Los Jonas eran los hijos del pastor de su comunidad, el poblado de Wyckoff, en Nueva Jersey, de modo que supieron crecer bajo la mirada pública. Al menos la de sus vecinos. Aunque los domingos se tenían que poner saco para ir a misa, en cuanto crecieron, prefirieron un estilo más rocker para ir a ver bandas, cada vez que podían. Mamá Denise Marie Miller y papá Paul Kevin Jonas seguían a los hermanos muy de cerca: fueron al colegio hasta séptimo grado y luego estudiaron en casa.
Cuando Nick, Joe y Kevin promediaban la adolescencia, dejaron su iglesia, la Asamblea de Dios. Según contaron años más tarde, un lío sobre robo de dinero causó malestar en la comunidad y los hizo alejarse de la formalidad del templo. “Creo en Dios, y esa es una relación personal que tengo, pero no soy religioso de ninguna manera”, dijo Joe en una entrevista. Igual, su formación cristiana los llevó a tener una mirada particular con respecto a las relaciones sexuales antes del matrimonio. La virginidad se convirtió en un tema recurrente cada vez que se mencionaba a los Jonas Brothers y el uso de sus misteriosos anillos.
Ellos mismos explicaron, ya siendo adultos, que existía un programa en algunas iglesias llamado True Love Waits (“El verdadero amor espera”, en castellano). Los jóvenes que adherían a esta iniciativa se comprometían a no tener sexo hasta después de casarse. Esta promesa se sella con el uso de un anillo que muestra, de manera explícita, que esa persona es virgen. Sin quererlo, los Jonas lograron llamar la atención y provocar el deseo por parte de sus fans, sus enamoradas y la prensa: todos querían ver hasta cuánto les duraban esos anillos puestos.
Para ese entonces, ya dentro de la maquinaria de Disney, los anillos eran como parte de un aura mágica y etérea que los protegía. No podían volar mucho con las letras de las canciones y mucho menos con sus acciones. Los chicos crecían, pero no se tenía que notar. La música y la religión habían estado en casa desde siempre, pero ahora estaban a la vista de todos. Ya no solamente de los feligreses de Wyckoff. A partir de que en 2005, los hermanos grabaron su primer tema en un estudio, “Please Be Mine”, y el presidente de Columbia Records, Steve Greenberg, los firmó a los tres, nada iba a ser como antes.
Nick tenía 12 años, Joe tenía 15 y Kevin 17, ya no iban a la escuela y eran trabajadores del mundo del espectáculo. El primer disco, It’s About Time (2006) fue un éxito. En el primer concierto que hicieron después de la salida del álbum, los presentaron con el nombre de J3. A ellos les sonó a nombre de boyband, y los hijos del pastor se sentían algo más que eso. Fue Joe quien al subir al escenario dijo: “Hola, somos los Jonas Brothers”. Con ese sello llegaron a Disney, que los abrazó y los impulsó en una carrera meteórica hacia la fama. Promediando los 20, los anillos volaron, pero seguían siendo los chicos buenos del pop.
La empresa dueña del ratón más famoso del mundo ya estaba queriendo sumar público teen a su habitual audiencia infantil. Necesitaban adolescentes y los Jonas eran ideales: buenos, talentosos, vírgenes. El trío comenzó participando de los clásicos conciertos de Navidad, esos en el parque de Orlando con el castillo de fondo. La primera canción que hicieron en exclusividad para Disney fue “Año 3000”: hasta ahora no habían grabado ningún tema que no fuera de su autoría. El ratón los tenía entre sus garritas. “Year 3000” fue un boom en Radio Disney y el video, pura rotación en Disney Channel.
Cada vez más fans, lugares más grandes, enormes distancias para recorrer de un show a otro, los Jonas Brothers ya eran enormes y se empezaban a codear con las estrellas juveniles del momento. Empezaron a participar en Hannah Montana, el programa de Miley Cyrus, haciendo de músicos, los favoritos de la protagonista. Esos cameos sirvieron para que los directivos de Disney se dieran cuenta de que también podían actuar y les dieran su propio programa de ficción.
No había escenas de besos, ni peleas fuertes, nada serio podía pasar. Los Jonas tenían que estar siempre frescos, afeitadísimos, aunque dos de los tres hermanos ya habían pasado los 20 años. La presión era extrema, no podían cometer un error o se verían en el infierno como todos aquellos niños Disney que habían intentado romper con la maquinaria. Sabían qué responder en cada entrevista y hasta dónde sonreír para que los dejaran en paz. También tenían que lidiar con las groupies y esconder cualquier atisbo de romance con una chica de verdad. Los Jonas Brothers eran todo ilusión.
En un texto en primera persona para New York Magazine, publicado en diciembre de 2013, Joe reconoce: “Salí mucho. Solía escabullirme y conectarme con una chica en su coche, y surgió un rumor: `Estrellas del pop adolescente fueron vistas en la parte trasera de un automóvil, en un estacionamiento, teniendo relaciones´. Fue algo explícito. No dejaba de pensar, Dios mío, habrá un video, habrá fotos. La chica también estaba en el negocio, y pensamos que estábamos jodidos porque los dos estábamos trabajando con Disney. Habría sido lo peor que se nos podía pasar. ¡Pero nunca salió nada!”. El nombre de la chica nunca trascendió, pero no era Demi Lovato. Con ella lo une otra historia.
Los tres hermanos, al igual que Demi, habían sido niños Disney, y justamente Joe y ella habían encarnado a una pareja en los especiales de Camp Rock Disney Channel. El romance traspasó la ficción y los chicos fueron novios durante no más de un mes. “Realmente la conocí y pude ver los problemas con los que estaba luchando, como el abuso de drogas. Sentía que necesitaba cuidarla, pero al mismo tiempo estaba viviendo una mentira, porque no estaba feliz, pero sentía que tenía que quedarme con ella porque necesitaba ayuda. No podía expresar nada de eso, por supuesto, porque tenía una marca que proteger”, explicó el Jonas del medio, tiempo después.
Joe se sentía impresionado: “Estaba en una situación de locos. Las cosas seguían empeorando y Demi terminó golpeando a una niña en la cara en un avión, porque pensó que la niña la estaba culpando por algo. Todos gritaron, la niña comenzó a sangrar. Fue entonces cuando su equipo y su familia le dijeron: `Tienes que ir a rehabilitación´”. Por ese entonces, Demi Lovato estaba de gira con los Jonas Brothers y todo podía convertirse en un desastre. “Recuerdo estar en Sudamérica, y los fanáticos inmediatamente llegaron a la conclusión de que la echamos de la gira de 2010, y nos odiaron por eso”, explicó Joe. Lo peor entre ellos aun no llegaba, la amistad de la cantante con los de Nueva Jersey iba a durar un tiempo más, pero tenía fecha de vencimiento.
Después de esa gira, Nick le dio rienda suelta a su proyecto paralelo, Nick Jonas & the Administration, y los otros dos también intentaron hacer algo en simultáneo. Pero siguieron juntos, hasta 2013, cuando se separaron con comunicado de prensa formal. La ruptura duró seis años y contra todo pronóstico, volvieron en 2019. En el medio, fueron famosos por sus romances, sus apariciones en eventos y finalmente sus pomposos casamientos. Nick contrajo matrimonio con Priyanka Chopra, una actriz y modelo nacida en la India, que vivió muchos años en Estados Unidos. Su belleza la consagró como Miss Mundo en el año 2000. Joe se casó Sophie Belinda Turner, la actriz famosa por su papel de Sansa Stark en Game of Thrones, los paparazzi los aman.
Kevin, el único que se alejó de los escenarios por un tiempo para desarrollar su empresa de construcción, fue el primero que se casó y que, a su vez, hizo de ese enlace otro negocio. El mayor de los Jonas y su esposa Danielle Deleasa, tuvieron dos hijas y fueron protagonistas de un reality show que se mantuvo durante un par de temporadas al aire, hace unos años, cuando el grupo ya no estaba tocando.
Mientras estuvieron separados, la relación entre ellos fue de mucha cordialidad. Cuando volvieron, fue hechos una fiesta y con dos documentales para Amazon Prime Video: Persiguiendo la felicidad (2019) y La felicidad continúa: los Jonas Brothers en concierto (2020). Una vez más, los chicos que crecieron al calor de los focos, abrieron su intimidad para contar que querían revancha. El último videoclip del grupo también tiene mucho de familiar, ya que para “What A Man Gotta Do” convocaron a sus esposas. Allí se ve a las tres parejas recreando momentos clásicos del cine.
Sin gira por el estado de alarma mundial a causa de la pandemia del coronavirus, pero con muchas ganas de volver al ruedo, los hermanos participan de un desafío solidario, All-In Challenge, que dona el 100 por ciento de los fondos a diferentes entidades benéficas. El o la que gane se llevan una fiesta de barbacoa a su casa: Kevin Jonas se encargará de la parrilla, Joe Jonas será el DJ y Nick Jonas hará breakdance, según lo que dijeron sus hermanos. Todo sucederá cuando el mundo vuelva a la normalidad.
Pero no es todo risas en esta vuelta del trío pop. Con este renacer también se enciende el rencor con Demi Lovato, aquella amiga a la que echaron de la gira en 2010 por sus adicciones y quien los perdonó sin más. La cantante y el trío mantuvieron una estrecha relación hasta 2018, año en el que Nick se casó, mientras Demi estaba internada por sobredosis. Ella, que lo había ayudado a impulsar su carrera solista, sintió que la dejaban de lado. Ninguna de las partes habló hasta ahora. Dice la frase hecha que una imagen vale más que mil palabras y Demi habló con un video.
La exchica Disney también volvió este año, ya recuperada y dispuesta a todo. El tema que eligió para renacer se llama “I Love Me” y tiene un videoclip lleno de señales ocultas. La más llamativa es, sin dudas, la respuesta para los hermanos de Nueva Jersey. En un momento, la cantante camina por la calle y se cruza, literalmente, con tres chicos vestidos con sacos brillantes. Ellos pasan de largo, ella hace lo mismo, todos se ignoran. El pelo, el look y la actitud recuerdan a Nick, Joe y Kevin. En el video de “What A Man Gotta Do”, los hermanos también tienen sacos brillantes. ¿Coincidencia? El trío está de vuelta y la polémica también. Todo vuelve a empezar para los Jonas Brothers.
Fuente: Infobae