El merenguero típico Bartolo Alvarado, conocido popularmente como El Cieguito de Nagua, ha fallecido esta tarde en Nueva York según aseguró el periodista Samir Saba, quien se comunicó con su esposa en esa ciudad.
El Cieguito de Nagua se encontraba ingresado en un centro médico de la ciudad de Nueva York, afectado por problemas renales e hipertensión. Su muerte no tuvo que ver con el coronavirus, aseguró su hija al Listín Diario.
El conocido acordeonista había sido llevado de emergencia al hospital afectado de su estado de salud, con el que venía lidiando desde hace algunos años.
“El Ciego de Nagua,” nació el 10 de Enero 1947 en el pueblo dominicano llamado La Jaguita, Cabrera (en la región noroeste de la República Dominicana). Nació ciego con una familia modesta de 10 hermanos y hermanas. Sus padres le animaron a seguir su interés en la música – quizás porque la música era una de las pocas oportunidades para una persona ciega. Bartolo, como se llamaba, primero aprendió a tocar la tambora. Pronto estaba ganando un poco de dinero tocando con un show de magia viajante.
Muy pronto aprendió a tocar la armónica, que a menudo remplazaba el acordeón en la República Dominicana por ser más barata. Finalmente, a la edad de 7 u 8, empezó tocando el acordeón. A la edad de 9, le invitaron a tocar en vivo en La Voz Dominicana, un programa popular de radio de talento presentado por Petán Trujillo, el hermano del dictador Rafael Trujillo.Conocido en su región nativa como un niño prodigio, Alvarado formó un grupo de merengue típico con su padre tocando la güira. Tocaron muchas fiestas y actividades sociales en La Jaguita.
Su gran oportunidad llegó en 1966, cuando en Radio Nagua, una estación de radio regional, le invitaron a presentar un show semanal en vivo. cada domingo durante dos horas Radio Nagua dejaba escuchar la música de El Ciegito de Nagua y su conjunto por toda la región. Pronto recibió un contracto con un sello discográfico. Su primer éxito fue “María”.
Coincidentemente pasado un tiempo se casó con una mujer llamada María, aunque no la conocía al tiempo que grabó la canción. Su éxito más grande en 1973 con su interpretación de “La Luz” (o “El Fua”) por el arreglista puertorriqueño Alfonso Vélez. Esto le estableció como uno de los músicos más populares de merengue típico en la República Dominicana.
Su manera de tocar el acordeón, su oído privilegiado, su rápida digitación y sentido del ritmo, así como su sentido de búsqueda de nuevos colores dentro de la música típica desde sus inicios, caracterizaron su quehacer musical.
Fuente: NotaCalve