Santo Domingo. El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pável Isa Contreras, explicó algunos de los retos y soluciones que se han planteado para mejorar el sistema tributario de la República Dominicana y, de este modo, impulsar la productividad, la competitividad y la equidad social.
Expuso que, desde 2012, cuando se adoptó la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, era evidente que el Estado dominicano necesitaba incrementar sus recaudaciones a fin de estar en mejor capacidad para alcanzar sus objetivos, razón por la cual esta legislación planteó un pacto fiscal que debía apoyar el aumento sostenido de la presión tributaria.
Desde 2012 hasta la actualidad, afirmó el economista, no ha habido cambios impositivos significativos. Detalló que la presión tributaria se ha mantenido, en la mayoría de los años, por debajo del 14 % del producto interno bruto (PIB), lo cual, combinado con gastos e inversiones anuales superiores al 18 % del PIB, ha resultado en una dinámica de moderados pero sostenidos déficits, crecimiento sostenido de la deuda, alta carga de los intereses, contracción de la inversión pública y continua incapacidad del Estado de proveer servicios públicos en cantidad y calidad suficientes.
El ministro de Economía afirmó que esta situación no debe continuar y que recortar el gasto no es una opción, porque “equivaldría a negar el derecho que tiene la gente a vivir más segura, en un ambiente sano, con servicios de salud de calidad y con oportunidades de desarrollo y bienestar”.
“Para continuar el esfuerzo de hacer más eficaz al Estado, más eficiente el gasto y seguir enfrentando la corrupción, no hay más alternativa que cobrar más impuestos. Las preguntas, más bien, son cómo hacerlo y quién y qué debe pagar”, planteó Isa Contreras en un artículo publicado en el periódico El Caribe.
Cambios impositivos
El economista e investigador académico adujo que la primera y más obvia alternativa es gravar con el impuesto a las transferencias de bienes industriales y servicios (ITBIS) la mayor parte o la totalidad de los productos que actualmente no están gravados, ya sea con la tasa general o con una tasa reducida.
Agregó que la gran ventaja de esta opción es su potencial para recaudar y reducir el espacio para el incumplimiento al fisco porque se facilitaría la detección de cualquier error o intento de incumplimiento. No obstante, señaló que la desventaja es que gravar esos bienes incrementaría el costo de la canasta básica, especialmente en los estratos de población en pobreza o vulnerabilidad.
“Estimaciones preliminares del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo apuntan a que, bajo cualquierescenario razonable, los efectos de ampliar el número de productos gravados con ITBIS sobre la pobreza monetaria y la desigualdad serían pequeños y pudieran ser compensados sin mayor dificultad”, indicó.
Respecto al impuesto sobre la renta (ISR), que grava los ingresos de las personas y de las empresas, el ministro planteó que, en el caso de las personas, se podría considerar reducir el monto del salario exento y gravarlo con una tasa baja de un 4 % ó 5 %. Apuntó que también se ha considerado crear un tramo superior con una tasa mayor a la actual de 25 % para gravar los salarios más altos.
Sobre el impuesto al patrimonio inmobiliario (IPI), Pável Isa Contreras indicó que se ha analizado reducir el monto exento e introducir tasas progresivas que graven proporcionalmente más a quienes tienen mayores valores inmobiliarios. También resaltó la importancia de actualizar continuamente los valores de los bienes inmuebles.
Exenciones a sectores económicos
El economista sostuvo que los incentivos tributarios son una herramienta necesaria para impulsar el desarrollo de actividades productivas, pero que estos deben ser bien acotados y temporales y su impacto debe ser medible.
Afirmó que acatar dichas condiciones contribuiría a aumentar las recaudaciones y a reducir el riesgo de incumplimiento derivado del abuso de los incentivos. Sin embargo, aclaró, el resultado fiscal no sería inmediato, sino a mediano y largo plazos.
Tratamiento a las mipymes
El ministro de Economía reconoció que para las mipymes se requiere de un tratamiento más simple que permita derrumbar la barrera de la complejidad administrativa para integrarlas al sistema tributario.
“Un tributo simple, combinado con incentivos como subsidios para el aseguramiento en el régimen contributivo de la seguridad social, pudiera ser una alternativa”, puntualizó.