El economista Juan Ariel Jiménez expresó que el país necesita un pacto fiscal que contemple la eliminación de ciertos impuestos, especialmente el anticipo y que vaya orientado a construir un mejor país.
“El anticipo es lo primero que hay que eliminar. Entiendo la racionalidad de este impuesto para las décadas de los 80 y 90. Después del año 2000 no tiene sentido alguno”, indicó al dictar una conferencia en la Cooperativa Vega Real.
El profesor de la Universidad de Harvard expresó que el anticipo se creó como una forma de estabilizar los ingresos del Gobierno , que le permite ir recibiendo por adelantado el impuesto sobre la renta que las empresas pagan anual y que de ahí surgió el anticipo que se pagaba varias veces año y se descontaba al final.
Jiménez apuntó que ya ese impuesto no tiene sentido porque con la nueva ley de Tesorería los gobiernos financian sus desviaciones emitiendo letras del tesoro, y de esta manera gestionan su manejo de liquidez; y que a partir de las reformas de la gestión financiera del Estado de 2006 esto se puede hacer.
El catedrático puntualizó que la República Dominicana debe enfocarse en que los impuestos que se recauden se puedan retribuir a la sociedad a través de mejores servicios públicos, como salud, educación y transporte.
“Necesitamos crear un pacto fiscal, y utilizo este término porque la sociedad debe aportar y el gobierno debe retribuirle; y un pacto
implícitamente proyecta el país que queremos construir”, explicó .
El exministro de economía señaló que otro impuesto que debería eliminarse, es el impuesto al ahorro : “ De los países asiáticos hemos aprendido que ahorran mucho y se invierte mucho, y como se invierte mucho, se crea mucho empleo; aquí estamos al revés, no se ahorra mucho, se invierte poco y se crean pocos empleos y lo que estamos creando son macrogobiernos que deben absorberlo todo”.
Expresó que un pacto fiscal debería estar orientado a construir un país distinto, que permita gestionar las transiciones, que incentive el ahorro y se haga un uso más eficiente del ahorro afirmando que gran parte del ahorro del Gobierno se está yendo a préstamo de consumo, en lugar de préstamo productivo.