La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) vaticina que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región sufrirá una caída de 5,3 % en 2020, tras la crisis que ha generado la pandemia del coronavirus.
“Los efectos del covid-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”, dijo este martes la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, durante la presentación del informe titulado “Dimensionar los efectos del covid-19 para pensar en la reactivación”.
Esa recesión, generará casi 29 millones más de pobres en la región, según destaca el texto.
Por subregiones, este organismo vaticina que América del Sur será la más afectada, con una caída de 5,2 % del PIB; mientras, que Centroamérica sufrirá menos, puesto que la contracción alcanzará el 2,3 %.
Caída en América del Sur
En el caso de América del Sur, detalla el informe, los países de la región serán “muy afectados por la caída de la actividad en China, que es un importante mercado para sus exportaciones de bienes”. En este particular, se enumeran los casos de Chile, Brasil, Perú y Uruguay, que destinan al gigante asiático más del 20 % de sus exportaciones.
La subregión de América del Sur, además, se verá afectada por la baja en los precios de los productos básicos, dice el texto.
El país más afectado de Sudamérica será Venezuela, con 18 % de caída, un dato que no es sorprendente, debido a la situación que atraviesa este país, que sufre un férreo bloqueo económico por parte de EE.UU. desde hace varios años.
Exceptuando a Venezuela, la CEPAL prevé una contracción de 6,5 % para Argentina y Ecuador.
El menos afectado, según estos datos, será Paraguay, país para el que este organismo vaticina una caída de 1,5 %.
Baja en Centroamérica y el Caribe
Más hacia el norte, México podría tener una contracción de 6,5 %. Según la CEPAL, en la economía de este país impactará mucho la interrupción de las cadenas de valores, por tener uno de los mayores sectores manufactureros de la región.
En el caso de los países de Centroamérica, el organismo multilateral señala que “tienen fuertes efectos negativos la caída del turismo y la reducción de la actividad de los EE.UU., principal socio comercial y la mayor fuente de inversión extranjera directa y remesas de esos países”.
En el Caribe, aunque como región apenas sufrirían una caída de 2,6 %, algunos países, como Antigua y Barbuda, Granada y Santa Lucía, tendrán contracciones superiores a 7 %.
Según el organismo, la caída en las economías del Caribe se verá marcada “por la reducción de la demanda por servicios turísticos, que son intensivos en trabajo”.
No obstante, esta subregión será salvada por Guyana, cuya economía podría tener un crecimiento de hasta 56,4 %, gracias a un auge petrolero; aunque, previamente, la CEPAL vaticinaba para este país una expansión de hasta 85,6 %.
Alto índice de Desempleo
La CEPAL estima que la tasa de desempleo en la región se ubicará en torno al 11,5 %, un aumento de 3,4 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019 (8,1%).
En concreto, prevé que el número de desempleados de la región llegaría a 37,7 millones, lo que implicaría un aumento cercano a 11,6 millones con respecto al nivel de 2019 (26,1 millones de desempleados).
Estas proyecciones, dice el informe, suponen que el número de ocupados caería cerca del 2,4 % con respecto al nivel de 2019.
En materia de desempleo, los países que mayor caída sufrirán serán los del Caribe, puesto que el sector del turismo es fuente de más del 50 % del empleo en esas naciones.
En la crisis financiera mundial de 2008, la tasa de desempleo apenas aumentó 0,6 %, al pasar de 6,7 % ese año, a 7,3 % en 2009.
Más de 214 millones de pobres
En este contexto de decrecimiento, la tasa de pobreza aumentaría 4,4 puntos porcentuales durante 2020, al pasar del 30,3 % al 34,7 %, lo que significa un incremento de 28,7 millones de personas en situación de pobreza en América Latina y el Caribe.
En números, la región pasaría de 186 millones de pobres, registrados en 2019, a 214,7 millones este año.
La pobreza extrema, particularmente, crecería 2,5 puntos porcentuales, pasando del 11 al 13,5 %, lo que representa un incremento de 16 millones de personas.
Ante todo este panorama, Bárcena señaló que las medidas importantes que han tomado las naciones en materia económica ante la crisis del coronavirus “deben ser reforzadas mediante la ampliación del espacio fiscal”.
“Es urgente acceder a recursos financieros, con base en un apoyo flexible de los organismos financieros multilaterales, acompañado de líneas de crédito a bajo costo, alivios del servicio de la deuda y eventuales condonaciones. Además, se requiere repensar el modelo de inserción de la región y las alternativas de reactivación, a la luz de los cambios estructurales que ocurrirán en la globalización y el mundo post сovid-19”, enfatizó.
Asimismo, dijo que para incidir en la nueva economía mundial, que se generará en la era post covid-19, la región debe avanzar hacia una mayor integración regional tanto en lo productivo, comercial y tecnológico.
“La coordinación de nuestros países en materia macroeconómica y productiva es crucial para negociar las condiciones de la nueva normalidad, particularmente en una dimensión urgente en la actual crisis y en el mediano plazo: la del financiamiento para un nuevo estilo de desarrollo con igualdad y sostenibilidad ambiental”, mencionó Bárcena.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también presentó sus previsiones post coronavirus para la región y vaticinó que América Latina y el Caribe decrecerá 5,2 %, casi similar a lo pronosticado por la CEPAL.
Fuente: RT