El nombre del dirigente de los Tigres del Licey, Gilbert Gómez, vuelve a estar presente en el béisbol internacional o en el mejor béisbol del mundo, la MLB, tras su reciente promoción a coach de primera base de los Mets de Nueva York, un logro que se sustenta en una historia de origen humilde, disciplina y pasión heredada.
El dirigente de los Tigres del Licey proviene de una familia de raíces humildes y profundas tradiciones en el béisbol. Su madre, Ana Julia Frías, es oriunda del municipio de Castillo, perteneciente a San Francisco de Macorís, específicamente de la comunidad La Jagüita. Mientras que su padre, Héctor Gómez, se destacó como jugador de béisbol amateur en el municipio fronterizo de Bánica, en la provincia Elías Piña.
Fue precisamente esa influencia paterna la que lo llevó desde muy pequeño a vincularse con el deporte. Gómez reveló en exclusiva para el programa Primera Bola, que se transmite por RCNoticias, que su padre “era un buen lanzador” y que gracias a esa tradición familiar inició su camino en el béisbol organizado. “Yo empecé a jugar béisbol en la liga La Javilla cuando tenía cinco años, por esa tradición de mi padre y demás familiares que jugaron pelota amateur”, expresó.
El actual dirigente azul también destacó la formación recibida en su hogar, asegurando que la crianza de su familia estuvo basada en valores sólidos como el trabajo, la responsabilidad y el compromiso. “Nuestros padres nos inculcaron valores de trabajo y responsabilidad. Por la misericordia de Dios todo esto ha sido posible; somos una familia trabajadora”, manifestó.
Sus hermanos son Héctor, Hecfredes, José, Henry, Gilbert y Dariel, todos vinculados de alguna forma al béisbol. En el caso de Gilbert, inició su carrera en la Dominican Summer League y en ese mismo año logró avanzar hasta el nivel de doble A en 2015, cuando apenas tenía 23 años de edad. Además, fue seleccionado por los Tigres del Licey en el draft de novatos de la Liga Dominicana de Béisbol en 2012.
Recientemente, el dirigente del Licey fue promovido a coach de primera base de los Mets de Nueva York, organización con la que también logró llevar a los Brooklyn Cyclones, filial de Clase A Avanzada, al campeonato de la South Atlantic League, consolidando así su crecimiento dentro del béisbol profesional.
