Draymond Green, figura clave de los Golden State Warriors, fue multado con 50.000 dólares por sus palabras contra los árbitros en plenos playoffs.
La liga dio a conocer la sanción este miércoles, tras los hechos ocurridos durante el tercer partido frente a Minnesota, el pasado sábado.
Ese encuentro, que terminó con derrota para Golden State por 102-97, estuvo marcado por la tensión entre jugadores y oficiales.
Según la NBA, Green hizo comentarios que pusieron en duda la imparcialidad y el profesionalismo del equipo arbitral del partido.
Este episodio no es aislado: Green acumula cinco faltas técnicas en esta postemporada, más que cualquier otro jugador hasta ahora.
En caso de llegar a siete, el ala-pívot enfrentará una suspensión automática de un juego, lo que afectaría directamente a su equipo.
Además, en lo que va de los playoffs, también ha recibido dos faltas flagrantes por acciones que excedieron el juego físico.
Green tiene un historial disciplinario extenso, especialmente en instancias decisivas, como sucedió en las Finales de 2016.
Aquel año, fue suspendido en el Juego 5 por acumular demasiadas faltas flagrantes, afectando el desempeño de los Warriors.
Más recientemente, en los playoffs de 2023, fue sancionado por pisar el pecho del jugador Domantas Sabonis de Sacramento.
De acuerdo con el sitio Spotrac, Green ha acumulado 992.000 dólares en multas a lo largo de toda su carrera en la NBA.
De ese total, 185.000 corresponden a incidentes relacionados directamente con los árbitros, lo cual preocupa a la organización.
Además, las suspensiones le han costado 3,2 millones de dólares, una cifra que refleja la seriedad de sus sanciones.
La reincidencia de Green plantea dudas sobre su manejo emocional en momentos de alta presión dentro de la competición.
Aunque es un jugador fundamental para su equipo, su comportamiento continúa generando controversia en el entorno de la NBA.
Mientras tanto, Golden State sigue en la lucha por avanzar, pero necesita contar con todos sus jugadores al máximo nivel.
La próxima actuación de Green estará bajo lupa, especialmente si la serie contra Minnesota sigue tan reñida como hasta ahora.
La liga ha dejado claro que no tolerará actos que afecten la imagen del arbitraje o la integridad del campeonato.