El Club Atlético Licey rindió homenaje al cronista deportivo Rafael Díaz, por sus 25 años trabajando en la cadena azul, Díaz, de 56 años, realizó el lanzamiento de la primera bola previo al partido en el que los Tigres recibieron a los Leones del Escogido en compañía de sus hijos David Rafael Díaz Almánzar y Kevin Rafael Díaz Almánzar, amigos más cercanos y familiares.
Díaz recibió una placa de reconocimiento y un micrófono por parte del presidente del club, Ricardo Ravelo Jana, quien se hizo acompañar de Rafael Úbeda Heded, en representación de la junta directiva.
Posteriormente, fue proyectado en la pantalla del estadio un video en el cual sus compañeros de transmisión externaron sus impresiones sobre la experiencia de trabajar al lado de un profesional de su categoría. Además, sus hijos y sus amigos y excompañeros de labores, Pío Santana y Enrique Rojas, también tuvieron unas palabras de admiración hacia la persona del reputado comentarista, que procedió a realizar el lanzamiento de honor al receptor Fernando Ravelo.
Un imprevisto que no permitió la presencia de Bienvenido Rojas en la cadena radial de los Tigres del Licey en el inicio de la Serie Final de la temporada 1997-98 ante las Águilas Cibaeñas, se convirtió en el comienzo de una larga relación laboral y familiar de Rafael Díaz con los Tigres del Licey.
«Aquel día había llegado al Estadio Quisqueya y Guelo Tueni, que trabajaba conmigo en el Hipódromo Quinto Centenario narrando las carreras de caballos y que era coordinador de transmisiones del Licey, me mandó a llamar a la cabina de transmisión por la voz interna del estadio de Luisito Beltrán. Cuando subo, Guelo me dijo lo último que imaginaba: ‘Bienvo no viene, vete a comentar con tu ídolo, Lilín Díaz’. Así pude debutar con el Licey y pude tener el placer de comentar junto a Lilín en su único año con los Tigres» narró el experimentado comunicador sobre su debut con el equipo azul.
Díaz está a su vigesimoquinta temporada como comentarista de los Campeones Nacionales y del Caribe. Aunque su destacada labor inicio como emergente en la Final ya mencionada, no fue hasta la temporada 1999-2000 cuando de manera oficial se unió a la cadena azul junto a Tomas Troncoso, Bienvenido Rojas, Guelo Tueni, Radhamés González, Juan Nova Ramírez y Juan José Rodríguez, gracias a la influencia del mismo Guelo Tueni y del entonces gerente general, Fernando Ravelo.
El comentarista de siete campeonatos de los Tigres, recuerda con agrado algunos icónicos momentos del béisbol invernal que le ha tocado vivir desde la cabina de transmisión.
«Sin dudas, que el campeonato que recuerdo con más agrado es el del Tulilazo en la temporada 2001-02… otro gran momento fue el séptimo episodio del último juego de la final 2013-14 ante los Leones del Escogido, la jugada salvadora con las bases llenas de Emilio Bonifacio y el hit decisivo, además del ponche de Juan Carlos Cruz a Carlos Santana para decidir el campeonato… Un juego inolvidable fue el partido en el que Erick Aybar bateó para el ciclo, fue un juego maratónico de 18 innings contra los Gigantes del Cibao que terminó 10-9 gracias a un triple de Aybar», recuerda Díaz.
La responsabilidad ha sido la clave para mantenerse durante un cuarto de siglo como voz de los 23 veces Campeones Nacionales y 11 veces Campeones del Caribe.
«La clave ha sido ser responsable en mi trabajo. Tratar de superar cada día el trabajo realizado el día anterior. Respeto a los compañeros y solo involucrarme en lo que me compete dentro de mi labor con los Tigres del Licey», expresó el veterano comunicador.
«Lo que más valoro es el respeto, nunca me han dicho lo que debo o no debo decir. Me siento muy conforme con el trato que he recibido de todas las directivas y la consideración hacia mi persona. También valoro el gran privilegio haber sido compañero de figuras históricas de la comunicación deportiva como Tomas Troncoso, Roosevelt Comarazamy, Guelo Tueni, Radhamés González, Bienvenido Rojas, Lilín Díaz, Freddy Mondesí y los otros más recientes como Ildefonso Ureña y Carlos José Lugo», agregó.
Para Rafael Díaz es indescriptible la experiencia vivida con el conjunto. Es sangre azul desde chiquitico, un amor cultivado por su padre Lino Díaz Hernández.
«Llegué al Licey siendo liceísta, o sea que no me hice liceísta por trabajar con el equipo, tuve esa suerte. Fui un gran seguidor de Don Manuel Mota, Teodoro Martínez, César Gerónimo, Pedro Borbón, Víctor Cruz que eran las grandes figuras cuando comenzaba a ser fanático del beisbol. Mi padre me motivó a serlo ya que él lo era», explicó Díaz.
Rafael Díaz es preciso y certero en los juicios que emite, todo un profesional que ha engalanado la cadena de transmisión de los gloriosos Tigres del Licey por 25 años