París, Francia. La crisis se extiende aún más entre el PSG y Kylian Mbappé, apartado desde hace varias semanas y que no fue convocado para el primer partido de la temporada de la Ligue 1 contra el Lorient, este sábado en el Parque de los Príncipes.
El club de la capital cumplió su amenaza, privándose así de su superestrella en el momento de iniciar la defensa de su título de campeón de la liga francesa.
La decisión no resulta una sorpresa teniendo en cuenta la tensión entre el club y su jugador franquicia, quien ya estaba apartado de los entrenamientos del primer equipo debido a su negativa a renovar su contrato, deseando llegar al final del mismo en junio de 2024. Una situación que dejaría al club parisino sin ingresar un euro por la eventual marcha del delantero.
“Nosotros queremos que se quede, lo podemos repetir dos o tres veces. Pero no puede irse gratis. No es negociable”, lanzó el presidente Nasser Al-Khelaifi el 5 de julio en la presentación del nuevo entrenador Luis Enrique.
Dos meses después del inicio del pulso, las posiciones de los dos campos se mantienen fijas: el PSG desea vender a Mbappé antes del final del mercato, el 1 de septiembre, si el jugador rechaza renovar, mientras que el campeón del mundo en 2018 indica no tener ninguna intención de marcharse este verano europeo.
Según una fuente próxima a las negociaciones, una propuesta de renovación de contrato fue enviada a Mbappé con una cláusula de “venta garantizada” al final de la temporada, pero fue rechazada.
– Luis Enrique obligado a buscar alternativas –
Al no incluir en la convocatoria al delantero para recibir al Lorient, el PSG mantiene su postura inflexible, lo que podría derivar en una situación casi insostenible para todas las partes si Mbappé permaneciese en París más allá del final del mercado de traspasos.
A un año de la Eurocopa-2024 y de los Juegos Olímpicos de París, que el delantero sueña con disputar, ¿el PSG se atreverá a dejar de lado a uno de los mejores jugadores del mundo y capitán de la selección francesa?
La situación obliga a Luis Enrique a prescindir del mejor goleador del último Mundial y a improvisar una línea de ataque totalmente experimental.
Sin Mbappé, Neymar, víctima de un ‘síndrome viral’, según el club, y Leo Messi, que se fue al Inter Miami, son tres fichajes, el surcoreano Lee Kang-In, el portugués Gonçalo Ramos y el español Marco Asensio los que deberán asumir la responsabilidad en el Parque de los Príncipes.
La firma de Ousmane Dembélé, oficializada este sábado, ofrecerá más opciones al técnico español. Un refuerzo que Mbappé no tardó en celebrar en Instagram, dando la “bienvenida” a su “hermano”, con el que se proclamó campeón del mundo en 2018.
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