Miami, Estados Unidos. Ella hace temblar sin distinción las redes sociales y las instituciones: Megan Rapinoe, bicampeona del mundo y campeona olímpica de fútbol, quien anunció el sábado que se retirará al final de la temporada, se destaca tanto por su talento con el balón en los pies como por su activismo sin complejos.
En el campo, su mayor logro hasta la fecha fue en 2019: como máxima goleadora y mejor jugadora en la cuarta Copa del Mundo ganada por la selección estadounidense en Francia. “Pinoe”, como se le conoce, se llevó el Balón de Oro.
Ese verano en Francia era imposible no notar su distintivo peinado de color lavanda, inspirado en la actriz Tilda Swinton, a quien admira. También era imposible detener a la talentosa zurda, ya que con sus seis goles tuvo un papel importante en el triunfo del seleccionado de Estados Unidos.
La Copa del Mundo de 2019 en Francia también fue para la californiana un espacio de expresión que le permitió trascender el deporte y dar a conocer sus luchas a todo el mundo.
“Sería irresponsable no aprovechar esta plataforma de alcance internacional para intentar generar cambios”, explicó. Y si los espectadores de la Copa del Mundo guardan el recuerdo de sus brazos abiertos celebrando sus goles, fue al arrodillarse que Rapinoe transmitió sus primeros mensajes políticos en 2016, cuando el gesto aún no se había convertido en un símbolo mundial.
– Arrodillarse, un imperativo –
Arrodillarse durante el himno nacional estadounidense para denunciar la violencia policial contra las personas negras, siguiendo el ejemplo del exjugador de football americano (NFL) Colin Kaepernick, “me parecía un imperativo más que una elección”, cuenta la estrella en su autobiografía “One Life”, publicada en 2020.
Unos meses antes de la publicación de su libro, brindó un fuerte apoyo al movimiento Black Lives Matter, en respuesta a las protestas que tuvieron lugar en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, un afroamericano que fue asfixiado durante un arresto en Minneapolis.
Como activista feminista y defensora de los derechos de la comunidad LGBT+ desde su salida del clóset en 2012, la co-capitana del equipo había puesto su mira en el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2019.
Advirtió, en aquella ocasión, que si ganaba el Mundial, ni ella ni sus compañeras irían a la “maldita Casa Blanca”. Tras un ácido tuit, Trump decidió no invitar a las campeonas del mundo a Washington.
– Desigualdad salarial –
Indignada por la desigualdad salarial entre las selecciones masculina y femenina de Estados Unidos, la delantera del OL Reign de Seattle tampoco dudó en llevar a su federación a los tribunales.
La larga batalla que las tetracampeonas del mundo iniciaron en los tribunales tras el Mundial de 2019 no terminó hasta mayo de 2022, cuando llegaron a un acuerdo con la US Soccer por el que se estableció la igualdad salarial en las selecciones.
La líder del ‘Team USA’ (199 partidos, 63 goles) encuentra la energía de sus batallas en su prometida Sue Bird, exestrella del básquetbol femenino y cinco veces campeona olímpica.
Megan Rapinoe también está muy unida a su familia. Junto a su hermana gemela Rachael, es la menor de seis hermanos. Nacida el 5 de julio de 1985 en Redding, en una zona rural del norte de California, descubrió el fútbol a los tres años gracias a su hermano Brian, al que “idolatraba”.
“Quería hacer todo como él”, confiesa. Hasta que Brian fue detenido a los 15 años por traficar con drogas en el colegio. “Desconsolada”, triste y enfadada, el fútbol se convirtió en su vía de escape.
Los años siguientes vieron a su hermano, ahora drogadicto, entrar y salir de la cárcel, mientras ella construía una carrera profesional que la llevó a Lyon (2013-2014) y Seattle.
“Pinoe” lo dice abiertamente, los problemas de Brian, con quien mantiene una estrecha relación a pesar de los dieciséis años que pasó tras las rejas, despertaron su conciencia: “Yo era su ídolo”, confirmó Brian en 2019, en declaraciones recogidas por ESPN. “Pero ahora, y no hay duda, ¡ella es mi ídolo!”.
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