El futbolista se despedía de su afición arropado por su madre y sus dos hijos, Milan y Sasha
Gerard Piqué no pudo evitar emocionarse en su despedida del Fútbol Club Barcelona. Después de 14 temporadas defendiendo los colores de la camiseta blaugrana, el central se marcha del que ha sido el equipo de sus amores sintiendo todo el cariño de su afición. Por ello, no es de extrañar que las lágrimas comenzasen a brotar en el emocionante discurso que pronunció cuando el árbitro marcó el final del que ha sido su último partido como jugador.
“Querer es dejar marchar. Hay tanto amor y pasión entre el Barça y yo que era el momento de dejarnos un poco de espacio y de aire. Estoy convencido de que en un futuro volveré a estar aquí. Ya me fui y volví. No es una despedida. Soy socio desde que nací y moriré aquí. Visca el Barça, sempre”. Unas palabras de hasta luego que daban cierto consuelo a sus fieles admiradores, aún sorprendidos por su retirada, ya que a pesar de que no vayan a disfrutar más de su impecable estilo en los terrenos de juego, saben que seguirá siendo parte del club, posiblemente desde una posición técnica o directiva, transmitiendo los valores culés a las futuras generaciones.
En tan significativo momento Piqué no estuvo solo, sino que, además de los ánimos de los miles de espectadores que llenaban las gradas del Camp Nou, el campeón del mundo contó con la inestimable compañía de sus dos hijos Milan y Sasha, de 9 y 7 años respectivamente, con los que se mostró de lo más atento y cariñoso.
Los pequeños son la máxima prioridad del defensa en esta delicada etapa de su vida. Por este motivo, y mirando por su bienestar, tanto él como Shakira guardan una actitud conciliadora en su proceso de separación, puesto que buscan llegar a un acuerdo cordial en lo referido a la custodia de los niños para evitar que el caso llegue a manos de la justicia.
Leyenda blaugrana
Por su parte, el club también le rindió tributo inscribiendo sobre la camiseta la palabra “Sempr3”, una combinación entre siempre y el número 3 que ha lucido durante más de una década en su dorsal. De la misma manera, ha recibido el aliento de sus compañeros de vestuario que le dedicaron numerosos abrazos y hasta un divertido manteo que le sacó una gran sonrisa dejando claro que le iban a echar mucho de menos, porque, para la mayoría de ellos, Piqué es un espejo en el que mirarse dentro de la profesión. Gesto que repitió Xavi Hernández con el que siempre ha mostrado tener una gran complicidad, tanto en esta etapa como entrenador como cuando compartían alineación.
Nuevo capítulo vital
A sus 35 años Gerard Piqué ha logrado todo lo que un futbolista puede soñar. Tras este último y dulce partido, el FC Barcelona venció al Almería con dos tantos a su favor, el defensa dice adiós al deporte rey por la puerta grande. Sin embargo, en lo personal atraviesa un instante un tanto convulso. Este pasado mes de junio puso punto y final a su relación sentimental con Shakira después de 12 años de noviazgo y dos hijos en común. Aunque su corazón ha vuelto a recuperar la ilusión junto a Clara Chía, son muchos los asuntos que le quedan por resolver con la cantante colombiana. Por otra parte, está volcado en diversos negocios, todos ellos relacionados con el mundo del deporte y la tecnología, como su empresa Kosmos.