En el día de su 36º cumpleaños, Nadal quiere regalarse otra final de Roland Garros

En el día de su 36º cumpleaños, Nadal quiere regalarse otra final de Roland Garros

Coincidiendo con su 36º cumpleaños, el español Rafael Nadal, disputará el viernes una de las semifinales de Roland Garros contra el alemán Alexander Zverev, con el sueño intacto de levantar la Copa de los Mosqueteros por 14ª vez.

Muchos creen que tras ganar a Novak Djokovic el martes en un partido excelso, Nadal ya es campeón nuevamente en París, pero aún le quedan dos partidos por ganar.

“No he ganado nada aún, solo me he dado la oportunidad de jugar de nuevo una semifinal en Roland Garros dentro de 48 horas”, declaró el español en conferencia de prensa tras imponerse al número 1 mundial en una batalla épica por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (7/4).

A diferencia del encuentro contra el serbio (programado en sesión nocturna), Nadal contará esta vez con la ventaja de que la Philippe Chatrier estará en las condiciones que más le gustan y le convienen: sol, calor y pista seca para que las bolas boten mucho.

Zverev quizá no tenga el nombre y el palmarés de Djokovic, pero ya ha dado muestras a lo largo de su aún corta carrera (25 años) que es un rival temible. 

El año pasado, el gigante alemán ya se quedó a las puertas de la final en París, eliminado por el griego Stefanos Tsitsipas, apenas unas semanas después de haber hecho morder el polvo al rey de la tierra batida, derrotando a Nadal en el Masters 1000 de Madrid (6-4, 6-4 en cuartos de final).

Y el martes eliminó al joven prodigio español Carlos Alcaraz, que a sus 19 años se presentaba como la principal amenaza para evitar una final con la presencia de Nadal o de Djokovic.

El principal peligro del ‘cañonero’ de 1,98m nacido en Hamburgo es el servicio: contra Alcaraz sacó a una velocidad media de 202 km/h y ganó 90 puntos de 131 puntos con su saque.

Zverev ya le ha ganado en tierra

Pero además supo ser paciente cuando Alcaraz se mostraba más agresivo para esperar el error del español. Y esa no era precisamente una cualidad en el campeón olímpico en Tokio hace menos de un año.

Y jugará con la motivación extra de que si gana a Nadal ascenderá al número 2 de la clasificación mundial y si levanta la copa será el 28º jugador en llegar a la cima del tenis a partir del próximo lunes.

El alemán, no obstante, no es el único enemigo de Nadal. Su maltrecho pie izquierdo, que le traicionó en Roma diez días antes de París, no ha dado por el momento muestras de querer volver a ‘despertarse’, pero eso no significa que no lo vaya a hacer.

“Como ya dije en Roma, aquí tengo a mi doctor y él hace cosas que me ayudan a disputar el torneo en las mejores condiciones posibles”, declaró sin entrar en detalles y sin despejar todas las dudas sobre su estado físico.

“Hablaremos después del torneo, ahora no es momento de dar muchas explicaciones”, añadió de manera enigmática.

Lo positivo es el nivel de juego exhibido por el español en muchos momentos del torneo y sobre todo en el partido contra Djokovic.

Ruud y Cilic por el otro lado

El que gane este partido esperará rival para la final, que saldrá del duelo que disputen el noruego Casper Ruud (N.8) y el croata Marin Cilic (N.23).

El discreto tenista nórdico, de 23 años, no da mucho que hablar, ni por tener un juego espectacular en la pista, ni fuera de ella, pero es el jugador con más victorias en tierra batida desde 2020 (864) y más títulos (7). Aunque puede pagar el hecho de jugar sus primeras semifinales de un Grand Slam.

Precisamente, la gran baza de Cilic es la experiencia en estas lides, tras convertirse el miércoles en el quinto jugador en activo en haber disputado las semifinales de los cuatro Grand Slam, junto a Djokovic, Nadal, Federer y Andy Murray.

Cilic es, al igual que Zverev, uno de esos temibles ‘cañoneros’ que acaban con sus rivales con su poderoso servicio. En cuartos, al ruso Rublev, le hizo 33 ‘aces’, con saques de hasta 214 km/h.

En lo que sí coinciden muchos expertos, es que si Nadal supera a Zverev, será muy complicado que Ruud o Cilic puedan impedirle un 14º Roland Garros… una semana después de la 14ª Copa de Europa del Real Madrid, su equipo de corazón.

Y en las trece veces que llegó a la final, no perdió ni una.