Con un gol y un pase de gol en apenas un puñado de minutos repartidos en dos partidos, el recién llegado de Ucrania Tetê ya ha conquistado al Lyon, que espera que el delantero sea el catalizador de su esprint final en la Ligue 1, comenzando con el choque del domingo ante el Estrasburgo.
El brasileño ofreció la victoria ante el Angers (3-2) el 3 de abril, en su primera aparición con la elástica del Lyon. El jueves, sirvió a Tanguy Ndombélé en la igualada en Londres ante el West Ham en Europa League (1-1). Y ello pese a haber sido suplente en ambos partidos.
La rápida adaptación de Tetê, llegado el 31 de marzo cedido por el Shakhtar Donetsk, que dejó luego del inicio del conflicto en Ucrania, ha supuesto un impulso a la hasta ahora discreta temporada del club galo.
Con su ayuda, el equipo entrenado por Peter Bosz, 9º en la tabla antes de la fecha 31, espera lograr una clasificación para competiciones europeas, y llegar lo más lejos posible en la Europa League.
Refugiado en Polonia
Sin embargo, el jugador de 22 años llegó fuera de forma. Tras pasar por Polonia, donde se refugió desde el inicio de la invasión rusa, Tetê no jugaba en competición oficial con el Shakhtar desde diciembre.
Por el momento su rol en su nuevo equipo no pasa de revulsivo desde el banquillo, y así será ‘a priori’ en Estrasburgo.
“Es un extremo con una fina técnica de zurdo pero sabe también utilizar su diestra. Ofrece buenos apoyos y tiene esa capacidad para ser decisivo en los goles y en los pases de gol”, lo describe Bruno Cheyrou, responsable de la parcela de fichajes en el Lyon.
Los primeros minutos de Tetê ya han confirmado esas palabras.
“Cada una de las dos veces en que ha entrado en juego fue decisivo muy rápido. Es verdad que aún necesita tiempo. No está preparado para salir de inicio pero irá potenciándose y conocerá cada vez mejor a sus compañeros. Pero lo que ha hecho no está mal”. afirmó el técnico neerlandés.
“Tenemos que gestionarlo bien porque no ha entrenado con un grupo en un mes. Y queremos evitar a toda costa que se lesione por haberlo hecho jugar demasiado rápido”, añadió el técnico.
El entrenador del Lyon recuerda que el jugador sólo lleva una semana en Lyon. “En la situación que él ha vivido no es fácil”, reconoce Bosz, quien imagina que su atacante estará “muy contento de poder pensar en el fútbol”.
El jugador llegó a Lyon junto a su pareja ucraniana. El club ha organizado el alojamiento de la pareja para facilitar su integración. A la espera de que se confirmen los buenos presagios tras su gran primera semana en el fútbol francés.
