AFP.- Los mejores tenistas mundiales estarán en cuarentena en Adelaida, donde disputarán un torneo de exhibición antes de viajar a Melbourne para el Abierto de Australia, informaron este sábado los organizadores.
Alrededor de 1.270 jugadores y sus colaboradores deben llegar en vuelos charters a finales de la próxima semana a Melbourne, donde deben respetar una cuarentena de catorce días antes del torneo. Pero la capacidad hotelera reducida de la ciudad obligó al director del Open de Australia, Craig Tiley, a pedir ayuda al gobierno del estado de Australia Meridional, donde se encuentra Adelaida.
La organización de un torneo de exhibición debe compensar el riesgo tomado por la comunidad local al recibir a estos jugadores. “Será bueno que jueguen un torneo de exhibición justo antes de ir a Melbourne, y el primer ministro (del estado de Australia Meridional, Steven Marshall) aceptó recibir a 50 jugadores en una burbuja de cuarentena”, declaró Tiley a la cadena Tennis Channel.
Un comunicado precisó que este torneo de exhibición, previsto el 29 de enero, tendrá como cabezas de cartel al serbio Novak Djokovic, al español Rafael Nadal y al austríaco Dominic Thiem, los tres mejores jugadores del mundo, y dos jugadoras del Top 3 femenino, la rumana Simona Halep y la japonesa Naomi Osaka.
La número uno mundial, la australiana Ashleigh Barty, no está en la lista, pero la estadounidense Serena Williams, que ha ganado 23 títulos del Grand Slam, y otras dos jugadoras, sí participarán.
Los organizadores también anunciaron la disputa en Adelaida de un torneo suplementario WTA 500 justo después del Open de Australia, del 22 al 27 de febrero, con la participación de 70 jugadoras.
Debido a la pandemia del covid-19, que afecta a reanudación de la temporada 2021 de tenis, el Open de Australia fue aplazado tres semanas, y tendrá lugar del 8 al 21 de febrero.
Melbourne solo salió en octubre de un período de confinamiento de varios meses, tras una segunda ola del covid-19, lo que complicó la planificación de este torneo del Grand Slam.
Australia contuvo ampliamente al nuevo coronavirus, aunque nuevos núcleos de la pandemia, aparecidos en Sídney y en Melbourne, forzaron a las autoridades a reintroducir ciertas restricciones, sobre todo el cierre de fronteras de estados.