Los Warriors ganan otro juego increíble, barren a los Blazers y siguen haciendo historia

Los Warriors ganan otro juego increíble, barren a los Blazers y siguen haciendo historia

Los Warriors volvieron a hacerlo, volvieron a salir airosos de otra gran batalla.

Golden State se ha plantado en su quinta final consecutiva de la NBA, después de derrotar 119-117 en tiempo extra a los Trail Blazers este lunes en Portland en el Juego 4, barriendo en las a su rival en las Finales de Conferencia Oeste por segunda ocasión en las últimas tres temporadas.

De este modo los actuales campeones de la liga se despegan del Heat, los Cavaliers y los Celtics con cinco finales consecutivas, siendo el equipo que más lo ha conseguido desde 1966.


Como en los tres anteriores, no fue un partido fácil para los Warriors, que a las ausencias de Kevin Durant (pierna) y DeMarcus Cousins (muslo), se le sumó la de Andre Iguodala (pierna), pero este equipo está acostumbrado a vivir en la grandeza y se sobrepuso.

Los Blazers llegaron a tener 17 puntos de ventaja (95-78) faltando 1.55 minutos para el final del tercer cuarto y resulta increíble cómo el equipo de Golden State, por tercer partido consecutivo, consiguió superar un déficit de 15 puntos, convirtiéndose en el único equipo que lo logra en los últimos 20 playoffs.

“Tienen confianza en ellos. Sienten que nunca están fuera de un juego “, dijo el entrenador de los Blazers Terry Stotts. “Ellos tienen la experiencia y lo han hecho antes. Saben cómo hacer las cosas difíciles para los rivales. Se ayudan unos a otros, confían unos a otros. Han sido recompensados año tras año con ese estilo de juego”.


Y es eso. No importa quienes estén en la cancha, lo importante es el estilo de juego impuesto por Steve Kerr. Este Juego 4 el entrenador de los Warriors alineó como si nada a Jordan Bell y al novato Alfonfo McKinnie junto a al trío de consagrados formados por Draymond Green, Klay Thompson y Stephen Curry; además de hasta seis jugadores de banco.

“Espero que no pase desapercibido o subestimado”, comentó Kerr. “No se ha hecho desde 1966 por una razón: es muy, muy difícil. No puedo decir lo suficiente sobre el deseo competitivo y el grupo de jugadores y la cultura que han construido juntos”.

El trío de consagrados demostró que es insaciable, que nada le detiene y que su meta es devorarse su tercera corona consecutiva. Para ellos la palabra pánico no existe y hacen algo cotidiano lo que es extremadamente difícil.

Curry ha vuelto a ser clave. Terminó con 11 asistencias y 37 puntos (7 triples), terminando la serie con 146 puntos, la mayor cantidad de puntos de cualquier jugador para completar una barrida.

Thompson, además de sus 17 puntos, se encargó de que la estrlla rival, Diamian Lillard (28 puntos), no hiciera mayores estragos con un marcaje digno de un premio.

Mientras Green se marchaba con un gran triple doble al dar también 11 asistencias, tomar 14 rebotes y anotar 18 puntos. Su único triple lo anotó faltando 40 segundos para darle el triunfo a su equipo en el tiempo extra.

Después de la batalla en primera ronda ante los Clippers y en semifinales ante los Rockets, nadie pronosticaba una barrida, aunque después de ganarle a Portland tres al hilo, todos sabían quiénes eran los finalistas y ahora el balance es de 136-0 de equipos que ganan la serie luego de ponerse 3-0.

Golden State tendrá algo de descanso esperando por el vencedor de las Finales de la Conferencia Este donde los Bucks antes de juego de este martes en Toronto tenían ventaja de 2-1 en una serie que se prevé bien larga.

Esto le dará la opción de que los Warriors recuperen a sus heridos, aunque ahora dé la impresión de que no los necesitan, falta le harán para la batalla final.

Fuente: ElNuevoHerald